Investigadores de la Universidad de Berkeley, EE.UU., modificaron genéticamente una variedad de pasto con el fin de obtener un crecimiento más rápido y producir un mayor contenido de almidón, producto necesario para la producción de biocombustible.
A través de la introducción de un gen de maíz (congrass 1) en el pasto, los científicos han creado una planta que produce más del doble de la cantidad de almidón producida por variedades no modificadas. Estas características, además del hecho de que el nuevo pasto contiene menos lignina (polímero orgánico que refuerza la pared celular), hacen que éste sea comercialmente atractivo para la producción de energía.
George Chuck, genetista del centro de investigación que desarrolló el pasto transgénico, dijo que están buscando una alternativa al maíz para la obtención de biocombustibles. «Estamos desarrollando muchas respuestas a la pregunta planteada por la crisis energética y el pasto genéticamente modificado es ciertamente una parte de la solución.»
Fuente: Universidad de Berkeley