El Ministerio de Agricultura holandés ha presentado un informe que reafirma que los cultivos transgénicos permiten el desarrollo de una agricultura más sustentable gracias a factores como la tolerancia a herbicidas o la resistencia a ataques de plagas. La elaboración del informe “La sustentabilidad de los actuales cultivos transgénicos” estuvo a cargo de la Universidad de Wageningen (Holanda), en colaboración con dos consultoras especializadas en el ámbito del desarrollo sustentable, donde se realizó una revisión sobre los efectos de los cultivos transgénicos sobre la sociedad, el planeta y la producción agrícola.
El estudio, que se ha centrado en analizar los casos del cultivo de soja, maíz y algodón, evidencia cómo la modificación genética es una de las técnicas más eficaces para hacer frente a los desafíos productivos impuestos por el aumento poblacional a la vez que se mantiene una práctica agrícola sustentable. Los cultivos transgénicos resistentes a plagas contribuyen directamente a la sustentabilidad del planeta, mientras que los cultivos transgénicos resistentes a herbicidas permiten una agricultura sustentable.
En cuanto a los cultivos de soja transgénica el estudio resalta que gracias a estas semillas los agricultores han podido ahorrar numerosos costos derivados del uso de plaguicidas así como de ahorro en mano de obra.
El maíz transgénico permite la reducción de uso de insecticidas y el aumento de producción viene directamente vinculado a la presión de plagas de cada campo. A mayor presión mayores beneficios se obtienen cultivando maíz transgénico gracias a la reducción de los costos de producción así como al aumento de los ingresos al incrementar la cosecha.
En cuanto al algodón transgénico el estudio señala que los mayores beneficios se reparten entre la industria y los consumidores, y que este cultivo ha permitido la reducción de la pobreza y el desarrollo rural en todos aquellos países en los que se ha permitido el acceso a dichas semillas. El estudio también señala que no se ha observado ninguna relación entre el uso del algodón transgénico y el número de suicidios en países como India, argumento usado en numerosas ocasiones por los grupos ecologistas.
Fuente: Fundación Antama