pgecoomics 2017

Nuevo informe destaca 20 años de beneficios socioeconómicos y ambientales de los cultivos transgénicos

Un nuevo reporte [1] publicado hoy por la consultora agro-ambiental británica PG Economics ha demostrado que en los 20 años de uso de cultivos transgénicos estos han reducido significativamente el impacto ambiental de la agricultura y han estimulado el crecimiento económico en los 26 países donde se cosechan. Esta innovadora tecnología agrícola ha contribuido a preservar los recursos naturales de la tierra, al mismo tiempo que permite a los agricultores cultivar más alimentos,  de mejor calidad, y usando menos tierra. También la tecnología ha ayudado a aliviar la pobreza de 16,5 millones de personas, en su mayoría pequeños agricultores de países en desarrollo.

«En los últimos 20 años, donde se les ha dado acceso y la elección de cultivos transgénicos a los agricultores, estos han adoptado sistemáticamente la tecnología, contribuyendo a un suministro de alimentos más sostenible y un mejor ambiente donde vivir», dijo Graham Brookes, director de PG Economics y co-autor del informe.

Puntos destacados del informe revisado por pares [2]

Los cultivos transgénicos han reducido el impacto ambiental de la agricultura:

  • Estos cultivos han reducido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de provenientes de la agricultura al ayudar a los agricultores a adoptar prácticas más sostenibles como la labranza cero, lo que disminuye la quema de combustibles fósiles y retiene más carbono en el suelo. Por ejemplo, si los cultivos transgénicos no se hubieran cultivado en 2015, se habrían emitido otros 26.700 millones de kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivale a añadir 11,9 millones de automóviles a las carreteras.
  • Desde 1996 a 2015, la biotecnología agrícola redujo la pulverización de fitosanitarios/pesticidas en 619 millones de kilogramos, una reducción global del 8,1%. Esto equivale a más del uso total de productos fitosanitarios en China cada año [3]. Como resultado, los agricultores que cultivan cultivos biotecnológicos han reducido el impacto ambiental asociado con sus prácticas de protección de cultivos en un 18,6% [4].

La biotecnología de cultivos ha reducido la presión de utilizar nuevas tierras en la agricultura y ha contribuido a la seguridad alimentaria mundial:

  • Los cultivos transgénicos permiten a los agricultores cosechar más alimentos sin necesidad de utilizar tierras adicionales. Por ejemplo, si los cultivos transgénicos no hubiesen estado disponibles para los agricultores en 2015, el mantenimiento de los niveles mundiales de producción ese año habría requerido la siembra de 8,4 millones de hectáreas adicionales de soja, 7,4 millones de hectáreas de maíz, 3 millones de hectáreas de algodón y 0,7 millones de hectáreas de canola. Esto equivale a necesitar un 11% adicional de la tierra cultivable en los Estados Unidos, o aproximadamente el 31% de las tierras cultivables en Brasil o el 13% de la superficie cultivada en China.

Los cultivos transgénicos permiten a los agricultores aumenten los rendimientos de los cultivos:

  • La tecnología de cultivos resistentes a insectos plaga (IR) utilizada en algodón y el maíz ha mejorado constantemente los rendimientos al reducir el daño causado por las plagas. Desde 1996 a 2015, entre todos los usuarios de esta tecnología, los rendimientos han aumentado en un promedio de +13,1% para el maíz IR y de +15% para el algodón IR en relación con los sistemas de producción convencionales. Los agricultores que cultivan soya IR comercialmente en América del Sur han visto un aumento promedio de +9.6% en los rendimientos desde 2013.
  • En algunos países, la tecnología de tolerancia los herbicidas (HT) ha mejorado los rendimientos a través de un mejor control de las malezas. Por ejemplo, en Bolivia, la soja HT aumentó los rendimientos en +15%. En Argentina, la tecnología HT ha ayudado a los agricultores a cultivar una cosecha de soja adicional después del trigo en la misma temporada de cultivo (5).
  • Los agricultores que cosechan transgénicos en los países en desarrollo, muchos de los cuales son de bajos recursos y poseen pequeños terrenos agrícolas, continúan viendo los mayores beneficios del uso de la tecnología.
  • A los largo de 20 años, los cultivos transgénicos han sido responsable de la producción adicional de 180,3 millones de toneladas de soja, 357,7 millones de toneladas de maíz, 25,2 millones de toneladas de algodón y 10,6 millones de toneladas de canola.

Los cultivos transgénicos mejoran el bienestar y medios de subsistencia, especialmente para los pequeños agricultores pobres de los países en desarrollo:

  • Al controlar mejor las plagas y las malezas, los cultivos transgénicos ayudan a los agricultores a aumentar sus rendimientos, lo que conduce a mayores ingresos y mejor calidad de vida para ellos y sus familias. En 2015, el beneficio económico neto a nivel de granja fue de $15.500 millones de dólares, equivalente a un aumento promedio en los ingresos en $90 dólares por hectárea. Desde 1996 a 2015, el beneficio neto de los ingresos agrícolas a nivel mundial fue de 167.700 millones de dólares.

Los cultivos transgénicos contribuyen al éxito económico mundial:

  • Los cultivos transgénicos siguen siendo una buena inversión para millones de agricultores. En 2015, por cada dólar adicional invertido en semillas transgénicas a nivel mundial, los agricultores obtuvieron un promedio de $3.45 dólares.
  • En 2015, los agricultores de los países en desarrollo recibieron $5,15 dólares por cada dólar adicional invertido en semillas transgénicas, mientras que los agricultores de los países desarrollados recibieron $2,76 dólares por cada dólar adicional invertido en semillas transgénicas.

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Notas a pie de página:

  1. Informe disponible en www.pgeconomics.co.uk. También, disponible en dos estudios (con acceso abierto), por separado, que abarcan los impactos económicos y ambientales, en la revista revisada por pares “GM Crops and Food”. El estudio ambiental está disponible en el volumen 8, número 2, páginas 117-147 de 2017: http://dx.doi.org/10.1080/21645698.2017.1309490. El documento de impacto económico se publicará en 2017, en el volumen 8, número 3.
  2. Revisados por pares significa que fue aceptado para publicación en una revista científica después de revisión por expertos independientes en el tema.
  3. Equivale a 1,3 veces el uso anual.
  4. Según lo determinado por el indicador del Cociente de Impacto Ambiental de la Universidad de Cornell (EIQ).
  5. Al facilitar el uso de labranza reducida, esto acorta efectivamente el tiempo transcurrido entre la siembra y la cosecha de un cultivo.
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