Hace unos meses nos hacíamos eco del descubierto del eslabón perdido en la fijación de nitrógeno en plantas, un avance al que se le suma el reciente desarrollo de una técnica orientada a aumentar la calidad y rendimiento de la soja mejorando su fijación de nitrógeno. El enfoque, publicado en Current Biology, ha sido ideado por científicos de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos) y podría ayudar a resolver la crítica necesidad de alimentar a una población creciente con el menor impacto posible sobre el medio ambiente.
Científicos han intentado acelerar la fijación de nitrógeno en las leguminosas mediante la modificación de la función de los rizobios bacterioides o las interacciones. Mechthild Tegeder y otros investigadores adoptaron otro enfoque, el de aumentar el número de proteínas que transportan el nitrógeno de las bacterias de los rizobios a las hojas de la plantas, a los órganos productores de semillas y a otras áreas donde es necesario.
La investigación demostró que las proteínas de transporte adicionales aceleraron la exportación global de nitrógeno de los nódulos radiculares. Así se inició un ciclo de retroalimentación que causó que los rizobios comenzaran a fijar más nitrógeno atmosférico, nitrógeno que la planta luego usa para producir más semillas.
Los investigadores han conseguido así que las plantas de soja crezcan más altas y que lo hagan más rápido. Aumentar la fijación de nitrógeno podría mejorar la productividad general de la planta para los agricultores que cultivan leguminosas, mientras reducen o eliminan el uso de fertilizantes nitrogenados.