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En tres años concluiría desarrollo de papa transgénica en Colombia

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Una papa resistente a la polilla guatemalteca, que está siendo desarrollada en la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB) de Medellín, estaría al alcance de los productores colombianos en unos tres años. En entrevista con Diario del Huila de Colombia, María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio, se refiere a la situación global y local de los cultivos transgénicos.

Según Uscátegui, los agricultores ven en la biotecnología muchos beneficios. Los productores ven beneficios en la protección de sus cultivos frente a plagas, un mejor manejo de sus cultivos y por ende ahorran costos de producción y aumentan su productividad. Año tras año o se mantienen estables en la compra de este tipo de semillas o se incrementa el área cultivada por ellos o por otros agricultores.

La ejecutiva explicó que los cultivos genéticamente modificados están enfocados básicamente en cuatro: maíz, algodón, soya y canola. Aunque hay desarrollos en otros productos, estos mismos siguen año tras año mejorando. Los desarrolladores de este tipo de tecnología buscan ofrecer cada vez más beneficios a los agricultores frente a protección de plagas y resistencia a herbicidas.

En Colombia están aprobados el uso de variedades transgénicas de algodón, maíz y flores. La semilla de soya está aprobada para dos regiones, pero todavía no se cultiva. Básicamente creemos que esa situación se da por falta de mercado en el país porque este renglón ha disminuido drásticamente y casi todo lo que consumimos hoy en día es importado, comentó Uscátegui.

En el país la aceptación de este tipo de cultivos y sus investigaciones son polémicas, pero en otras naciones hay bastante desarrollo en esta materia. A nivel de investigación hay muchos cultivos más. En Estados Unidos se aprobó una manzana que no se oxida tan rápidamente; en Bangladesh hay una berenjena resistente a insectos; hay maíz y caña resistentes a la sequía; y esperamos que estas tecnologías también puedan llegar para que los agricultores tengan acceso a ellas.

Reconocemos que hay un proceso de regulación y evaluación previo y en consecuencia estas tecnologías pueden demorarse en entrar al país.

Sin embargo, Colombia sigue investigando. El proceso es lento, requiere muchos recursos y mucho tiempo para lograr la aprobación. El Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) sigue investigando en yuca, arroz y caña; Cenicaña hace lo propio en caña; la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB) trabaja en una papa resistente a la polilla guatemalteca; la Universidad Nacional trabaja en maíz, en papa y en arroz. Son investigaciones que se llevan a cabo en Colombia, pero que todavía pueden tardar unos tres años en lograr su aprobación.

En cuanto a investigación y desarrollo sabemos que obtener un producto en el mercado requiere por lo menos 15 años de investigación. Entonces tenemos que esperar unos tres años más, diría yo, para obtener el primer producto genéticamente modificado hecho por colombianos. Hay que seguir promoviendo la investigación, hay que dar recursos para que los investigadores puedan hacer su trabajo y hay que darles acceso a los agricultores a esta tecnología.

A Colombia le hace falta mucho para que los agricultores puedan crecer y desarrollarse en cuanto a tecnología se refiere.

La investigación que hoy en día está más adelantada es la papa resistente a la polilla guatemalteca. Es una investigación de la CIB de Medellín, ellos ya hicieron todas las etapas de bioseguridad en laboratorio, invernadero en áreas confinadas y escalaron a campo en áreas controladas. Faltan otras pruebas para salir al mercado.

Fuente: ArgenBio (http://www.argenbio.org/index.php?action=notas&note=6917)

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