Argentina y Australia avanzan en el desarrollo de forrajes transgénicos
El centro de investigación australiano (AgriBio) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FABUA) trabajan en conjunto para desarrollar una línea de forrajes genéticamente modificados o transgénicos con altos contenidos de azúcares, bajos niveles de lignina y un retraso en la senescencia de las plantas.
Las mejoras en la productividad y en la calidad de pasturas continúan siendo factores de peso en el desarrollo de tecnologías para la producción animal y, según los especialistas, en los próximos años se espera la llegada de una nueva generación de forrajes que, con la ayuda de la biotecnología, permitiría mejorar ampliamente la competitividad del sector.
Las dos instituciones realizan dos proyectos de investigación en modificación genética de pastos para reducir los niveles de lignina en pasto miel (para mejorar la digestibilidad de la materia seca) y retardar la senescencia foliar en trébol blanco. Además, utilizando la misma tecnología de transgénesis, el centro de investigación australiano estableció un programa de mejoramiento con alfalfa, junto al INTA y al Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear).
Sobre estos proyectos, Gustavo Schrauf, docente de la cátedra de Genética de la FABUA afirma que “nuestras líneas de trabajo conjuntas vienen teniendo muy buenos progresos, que van desde el segundo ensayo en el mundo de una planta transgénica de trébol blanco hasta el primero de un pasto miel transgénico».
Y agrega “tenemos muchas expectativas sobre eventos que reúnen bajos contenidos de lignina, altos de azúcares (fructanos) y un retardo en la senescencia, porque van a tener un gran impacto en la producción pecuaria de Australia y de la Argentina. Los eventos de pasto miel, dentro de gramíneas forrajeras C4, son los primeros obtenidos en el mundo que combinan estas características».
Por su parte, Germán Spangenberg, director del instituto de biotecnología AgriBio y profesor de la Universidad de La Trobe, Australia, manifiesta que “los sistemas pastoriles van a ser fundamentales en el futuro”, por lo cual resaltó la importancia de las investigaciones conjuntas entre Argentina y su país.
Spangenberg destacó que en el estado de Victoria, donde se produce el 66% de la leche australiana y el 86% de los productos lácteos de ese país que van a la exportación, se propusieron duplicar la tasa de productividad anual del sector lechero en la próxima década, a partir del desarrollo de tecnologías que incrementan el rendimiento y la calidad de las pasturas, entre otros aspectos, y que también significarán un fuerte impacto en la producción de carne.
Fuente: ArgenBio (http://www.argenbio.org/index.php?action=notas¬e=6892)