Eduardo Bitrán, ingeniero, economista, académico, investigador y político chileno de destacada trayectoria, se ha referido a través del Diario Financiero a la necesidad que tiene Chile de contar con una legislación moderna sobre la producción de cultivos transgénicos, y que los prejuicios e ideologías han dificultado que el país pueda avanzar en estos temas.
A nivel político, Bitrán ha militado en el PPD y, desde 1990, comenzó a trabajar desde diferentes frentes para los gobiernos de la Concertación. Fue Gerente General de CORFO durante el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ministro de Obras Públicas de la Presidenta Michelle Bachelet, y Presidente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad hasta principios de 2010. Actualmente se desempeña como académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.
La opinión integra de Bitrán publicada por el Diario Financiero es:
“Señor Director:
El que exista la posibilidad real de avanzar en una legislación de productos transgénicos en Chile es una buena noticia para la innovación y la comunidad científica. Chile presenta una de las regulaciones más absurdas del mundo y por prejuicios e ideología, no se ha podido avanzar en su modernización.
En Chile se consumen productos transgénicos todos los días en forma masiva a través de la soya, la mayonesa, el maíz importado, etc. Por otro lado de produce semilla transgénica para ser plantada por los mismos productores de maíz que luego comemos en Chite. Sin embargo, aquí no se puede plantar maíz transgénico para el consumo doméstico. Es la forma más absurda de discriminación negativa en contra de la industria nacional.
Más aún desde 2002, se gastan importantes sumas de dinero en investigación en ingeniería genética, sin que estos resultados se puedan llevar al mercado. En los últimos 10 años, países como India, China, Brasil y México han levantado las prohibiciones, estableciendo regulaciones de seguridad alimentaria y ambiental. Ambas regulaciones requieren que la introducción de nuevos eventos transgénicos se realice con los respectivos estudios de inocuidad e impacto ambiental correspondiente. Todas las academias de ciencia del mundo desarrollado que se han pronunciado sobre la materia han concluido que los alimentos transgénicos noveles presentan los mismos riesgos a la salud que cualquier nuevo alimento y que su aprobación debe ser regulado y que los aspectos ambientales deben ser estudiados caso a caso. Esperamos por el bien de la innovación en Chile que se genere una legislación moderna y de acuerdo a los estándares de nuestros principales socios comerciales, no podemos seguir paralizados en un tema de tanta trascendencia para Chile.
Eduardo Bitrán, Académico Universidad Adolfo Ibáñez”.
Fuente: Diario Financiero (20 Octubre 2010)