La Comisión Europea (CE) está estudiando aumentar la tolerancia a los restos de organismos modificados genéticamente (OGMs) en las importaciones de piensos para abaratar los costos al sector agropecuario, según informó el comisario europeo de Sanidad, John Dalli, recogido por la Agencia EFE.
El comisario explicó que se espera proponer después del verano un índice pequeño de restos de transgénicos no aprobados por la Unión Europea, presentes de forma accidental y que podrían permitirse en las partidas de piensos. En la actualidad, la Unión Europea impone una tolerancia cero a los residuos de OMGs no autorizados en los envíos de soja o de otros productos utilizados para alimentación animal.
Dalli ha señalado que su departamento está estudiando un “enfoque más pragmático” para plantear un “nivel bajo” de residuos de transgénicos en los piensos. El comisario ha apuntado que una mayor flexibilidad hacia la aparición de OGMs en los productos para piensos ayudará a abaratar los costos de las empresas europeas.
El anterior equipo de la CE ya alertó de que las trabas en la importación de materia prima para piensos con OGMs podrían encarecer los gastos de producción para los ganaderos y para los propios fabricantes europeos de alimentos compuestos.
El comisario se refirió también a la propuesta legislativa en la que se prevé dar más libertad a los países comunitarios que quieran vetar el cultivo de transgénicos en su territorio. En esta línea quiso dejar claro que el procedimiento de autorización va a seguir siendo europeo.
En este sentido, el comisario ha recalcado que con su proyecto un país podría prohibir la plantación de transgénicos, pero no podrá impedir la importación ni la compra de OGMs permitidos por la Unión Europea.