Desarrollan algodón genéticamente modificado para producir fibras más largas y resistentes
Científicos de la Universidad Texas A&M desarrollaron un algodón transgénico que produce fibras más largas y fuertes. Este hallazgo podría tener un gran impacto en la industria algodonera y ayudar a los agricultores, cuya producción se ve amenazada por el creciente mercado de las fibras sintéticas.
El algodón de tierras altas, Gossypium hirsutum, es el más común en Estados Unidos y en el mundo. Sólo en Texas se cultivan 2,6 millones de hectáreas. Sin embargo, el algodón Gossypium barbadense es el preferido por la industria textil por su fibra larga y resistente, pero es difícil de cultivar, por sus bajos rendimientos y su escasa resistencia a patógenos e insectos. Además requiere de pleno sol, mucha humedad y lluvias.
Según Alan Pepper, profesor de la Universidad Texas A&M y autor del trabajo, los fitomejoradores intentaron durante mucho tiempo desarrollar un algodón Gossypium hirsutum que tuviera una fibra como la de Gossypium barbadense. “Todos perseguimos ese objetivo, porque cada milímetro que se agrega a la fibra tiene un impacto importante en el precio al que el productor puede vender su algodón”, señaló Pepper.
En este trabajo, publicado en Nature Communications, los investigadores modificaron genéticamente las plantas de algodón para silenciar ciertos genes, y lograron aumentar la longitud de la fibra en al menos 5 milímetros, o sea un 17% más que la fibra de las plantas sin transformar.
En particular, usaron la técnica de ARN de interferencia para “apagar” (impedir su expresión) al gen del fitocromo, una proteína que funciona como fotorreceptor de luz roja y roja lejana. Según la luz que detecta, el fitocromo puede desencadenar diferentes respuestas en la planta, como la floración, germinación y el crecimiento de hojas y tallos, entre otras. En el caso del algodón, los autores encontraron datos de la literatura que mostraban que la cantidad de luz roja también afectaba el largo de la fibra.
Primero localizaron una zona del genoma que contenía un gen de fitocromo, y luego silenciaron su expresión usando la técnica de ARN de interferencia. Una de las plantas transgénicas resultó con fibra más larga.
Este resultado fue especialmente importante para Ibrokhim Abdurakhmonov, primer autor del estudio, quien regresó y es actualmente profesor en Uzbekistan. Según Abdurakhmonov, la sustentabilidad de la producción de algodón es clave para la economía de Uzbekistan porque la agricultura representa entre el 24 y el 28 por ciento del producto interno bruto del país. “El valor que agregaría una fibra más larga y fuerte, a 10 centavos por libra, rondaría los $40 por hectárea”, explicó.
Fuente: ArgenBio (http://www.argenbio.org/index.php?action=notas¬e=6660)