Un grupo de bioquímicos de la Universidad Estatal de Michigan (MSU) descubrió un mecanismo por el cual las plantas se protegen del congelamiento, un avance que también podría ayudar a descubrir el comportamiento de las plantas en otras condiciones extremas, como la sequía.
«En realidad avanzamos sobre dos problemas que teníamos quienes estudiamos la biología de las plantas», explicó Christoph Benning, profesor de la MSU. «Uno es sobre cómo las plantas se protegen del congelamiento, y aunque siempre pensamos que esto estaba relacionado con las membranas celulares, no sabíamos cómo. El otro problema era encontrar el gen de una enigmática enzima que trabaja en el cloroplasto, especialmente en el metabolismo de los lípidos».
Esta semana Benning y sus colaboradores describen en la revista Science cómo un determinado gen lleva a la formación de un lípido que protege a las membranas del cloroplasto y la célula vegetal del daño causado por el congelamiento. Esto lo demostraron en la planta modelo Arabidopsis thaliana.
Los investigadores habían identificado previamente una mutante de Arabidopsis que no podía fabricar ese lípido, y relacionaron este defecto con un trabajo que había hecho otro equipo en el que describían el papel del gen en la tolerancia al congelamiento, pero no habían encontrado el mecanismo aún.
«Uno de los grandes problemas al estudiar la tolerancia a estrés en las plantas, es que algunas especies sobreviven al estrés mejor que otras», explicaron los científicos. «Estamos recién empezando a entender por qué algunas son sensibles y otras sobreviven. No hay un único mecanismo de tolerancia al congelamiento, de modo que no podemos decir que este descubrimiento va a llevar inmediatamente al desarrollo de diferentes cultivos tolerantes al congelamiento capaces de lidiar con este estrés en todas las regiones, pero nos ayuda a entender cómo las plantas se las arreglan para sobrevivir en tales condiciones».
La mayor parte del daño que ocurre durante el congelamiento se debe a la deshidratación de las células, ya que el agua se va cristalizando y las membranas se van arrugando a medida que el volumen celular disminuye. En el caso de las plantas tolerantes, los lípidos de las membranas son removidos de las mismas, se convierten en aceite y se acumulan en gotas, manteniendo la integridad de la membrana y evitando que estas se fusionen.
Fuente: Michigan State University (http://news.msu.edu/story/8220/&topic_id=2)