Científicos chinos utilizaron edición genética para producir una variedad de soja con mayor rendimiento y contenido de proteínas, manteniendo el contenido de aceite. Su investigación puede aumentar la producción nacional de soja y ayudar con la seguridad alimentaria mundial.
China Daily / 15 de mayo, 2024.- Investigadores chinos han desarrollado nuevas líneas mejoradas de soja mediante edición genética, lo que podría aumentar el rendimiento y el contenido de proteínas de este cultivo importante.
La soja es la principal fuente mundial de proteína vegetal para alimentos y piensos, y la segunda fuente más importante de aceite vegetal. Sin embargo, China, un gran consumidor, depende en gran medida de las importaciones debido a su rendimiento relativamente bajo en el cultivo de soja.
La investigación, cuyos detalles se publicaron en Nature Plants, abordó ese desafío. Los científicos utilizaron la edición de genes para crear mutantes de soja con una «capacidad de nodulación» mejorada, un factor clave en la fijación de nitrógeno del aire. Esto permite que las plantas capturen más nitrógeno, un nutriente vital para el crecimiento y la producción de proteínas.
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Un mutante prometedor, ric1a/2a, demostró una asignación equilibrada de carbono y una mejor adquisición de carbono y nitrógeno.
Las pruebas de campo realizadas durante tres años demostraron que las líneas ric1a/2a produjeron entre un 10 y un 20 por ciento más de rendimiento y un poco más de proteína en comparación con una variedad líder en china, Hua Chun-6, todo ello manteniendo el contenido de aceite.
«Esto demuestra que la edición de genes hacia una nodulación óptima mejora el rendimiento y la calidad de la soja», dijo Guan Yuefeng, uno de los autores del estudio y profesor de la Universidad de Guangzhou.
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Sin embargo, se necesitan pruebas a mayor escala; hasta la fecha, las pruebas se han realizado en parcelas de no más de 100 metros cuadrados.
La investigación se adhiere a las directrices de China de 2022 para evaluar la seguridad de los cultivos editados genéticamente, que requieren el uso de sitios experimentales y la adquisición de certificados de seguridad antes de un cultivo más amplio.
El equipo pretende aplicar la tecnología a otras variedades de soja a nivel nacional y, a largo plazo, a cultivos como maní y alfalfa.
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El desarrollo ofrece una solución potencial para aumentar la producción nacional de soja y la disponibilidad de proteínas en China, lo que reduciría la dependencia de las importaciones y contribuiría a la seguridad alimentaria mundial.