El pasado siete de marzo, en un evento organizado por la Asociación Europea de Bioindustrias (EuropaBio) en Bruselas, un grupo de expertos en el área de desarrollo, comercio y ciencia compartieron su punto de vista sobre los efectos de la política europea sobre los cultivos genéticamente modificados.
Expertos de Asia, América y Europa hablaron durante las conferencias “Seguridad alimentaria mundial y el papel de los cultivos biotecnológicos” y “El impacto de las políticas europeas en el comercio mundial de productos agrícolas” sobre el papel de la biotecnología agrícola para ayudar a los agricultores a hacer frente a los retos actuales.
Los cultivos genéticamente modificados (GM) son la tecnología agrícola con mayor crecimiento de adopción en la historia de la agricultura. Los cultivos GM han sido adoptados por más de 17 millones de agricultores en todo el mundo, de los cuales el 90% son pequeños agricultores en países en vías de desarrollo.
En 2012 la superficie sembrada con estas semillas (170.3 millones de hectáreas) fue mayor en países en vías de desarrollo que en los industrializados.
La Unión Europea (UE) es a día de hoy el mayor importador del mundo de productos agrícolas. Entre los productos importados existen varios que contienen ingredientes derivados de cultivos genéticamente modificados, pese a que dentro de sus fronteras esta tecnología se vea estancada.
Los expertos resaltaron que el sistema de autorización de OGM en la Unión Europea no es eficiente y está causando graves problemas comerciales vinculados directamente a la lentitud en aprobaciones dentro de las fronteras europeas.
Los gobiernos de los principales países exportadores como Brasil, Argentina o Estados Unidos cuentan con sistemas de autorización de OGM más eficientes que los europeos. Mientras que la UE tarda una media de 3,7 años en conceder una aprobación de importación, en Estados Unidos se tarda un año y medio. Desde el punto de vista de los expertos, si Europa no cambia su política rápidamente se ve avocada a depender totalmente de la importación de productos GM.
Nathalie Moll, secretaria general de EuropaBio, considera que “con la creciente adopción de los cultivos transgénicos en los principales países exportadores, es fundamental que el proceso de autorización de la UE se agilice con el fin de evitar perturbaciones del mercado que no sólo significaría pérdidas para los productores, también afectaría a los consumidores europeos (…) Este enfoque europeo ante los OMGs está obstaculizando la adopción de cultivos que podrían proteger las cosechas y ayudar a aumentar los ingresos de nuestros los agricultores.
Fuente: Fundacion Antama (http://fundacion-antama.org/el-impacto-de-las-politicas-biotecnologicas-europeas-en-el-comercio-y-el-desarrollo/)