Las empresas que participaron en las primeras siembras experimentales con maíz transgénico en los estados de Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, dieron a conocer en conferencia de prensa que los 18 ensayos realizados en dichas entidades se realizaron exitosamente, demostrando la eficacia de los cultivos transgénicos para el control de plagas de insectos y de maleza, problemas que enfrentan con frecuencia los agricultores mexicanos.
Los ensayos fueron conducidos por científicos independientes provenientes de reconocidas instituciones locales de Educación Superior, como el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Durante la fase experimental con maíz Genéticamente Modificado (GM) la evaluación se enfocó en cuatro aspectos fundamentales: el cumplimiento de las medidas de bioseguridad; la equivalencia agronómica del maíz GM frente al maíz convencional, la eficacia biológica de los maíces GM para resistir el ataque de insectos plaga, el efecto sobre insectos benéficos y la eficacia biológica de la tolerancia a herbicidas.
Los hallazgos de esta primera ronda permiten afirmar que:
1. En México se puede hacer investigación con transgénicos de forma segura y confiable, pues las estrictas medidas de bioseguridad permiten garantizarlo.
2. El maíz GM se comporta y responde al ambiente de la misma forma que los distintos maíces convencionales.
3. El maíz resistente a insectos plaga fue eficaz en el control de las principales plagas que azotan estos cultivos en México (gusanos cogollero, elotero, barrenador y de raíz), tal y como se ha comprobado en 20 países durante 14 años.
4. El maíz GM no representa riesgo alguno para la fauna benéfica, pues se mantuvieron sin cambios las poblaciones de insectos no blanco en el cultivo (chinches, avispas, catarinas, chicharritas, arañas, grillos, etc.)
5. El maíz GM logró controlar con efectividad la maleza que azota los campos de maíz en México, tolerando las aplicaciones del herbicida Glifosato.
De acuerdo con el Dr. José Luis Martínez Carrillo, Investigador del ITSON a cargo de los ensayos realizados en el estado de Sonora, estos resultados constituyen la respuesta científica a las dudas y sospechas planteadas por los críticos de la biotecnología, en relación a la utilidad y eficacia de estos cultivos en nuestro país: México padece de muchos de los problemas para los que fueron diseñados estos cultivos y hoy podemos afirmar que esta herramienta sería fundamental para la competitividad de los agricultores mexicanos.
Actualmente México cuenta con el marco regulatorio más estricto a nivel internacional en cuestión de organismos GM; en él se establece una evaluación rigurosa en dos etapas (experimental y programa piloto) antes de su aprobar su siembra comercial.
Dentro de la etapa experimental, los ensayos fueron vigilados permanentemente, desde el momento de la importación de la semilla hasta la fase post-cosecha, por la SAGARPA y la SEMARNAT, quienes monitorearon y supervisaron la adecuada aplicación de cada una de las más de 70 medidas de bioseguridad y condicionantes establecidas por la Ley e impuestas en los permisos de siembra.
Los resultados arrojados por los ensayos, confirman lo que se ha venido demostrando desde hace 15 años y que ya es una realidad para los productores de 25 países: que los cultivos biotecnológicos son seguros y eficaces, aseveró Fabrice Salamanca, Presidente ejecutivo de AgroBIO México, y señaló que la evaluación de estas tecnologías en fase piloto constituye la verdadera prueba de fuego, porque ahí se tendrá que demostrar que el maíz transgénico acarrea beneficios al bolsillo del agricultor.
Dotar de las mejores tecnologías al campo mexicano constituye una herramienta imprescindible para la reactivación de la economía del sector rural que tanta falta hace en el norte del país, apuntó el Dr. Luciano Castro, Director de Investigación del ITSON. Añadió que sólo si logramos un sector agropecuario fuerte y competitivo, se podrá mitigar la creciente dependencia que México tiene de las importaciones de alimentos y generar la productividad y riqueza que el campo necesita.
El Dr. José Antonio Garzón, científico de la UAS, señaló que para el manejo convencional del maíz se hubiera requerido de al menos dos aplicaciones de plaguicidas, en tanto que -en el caso del cultivo biotecnológico- no se requirió de ninguna. Ello da cuenta del impacto potencial de la tecnología para el medio ambiente y para la calidad de vida de los productores agrícolas, apuntó.
La industria de biotecnología agrícola anunció que se encuentra lista para dar paso a una segunda ronda de pruebas experimentales con maíz GM en otras regiones y en los mismos estados, a fin de robustecer la información sobre la utilidad y potencial de estas tecnologías para nuestro país, pero también precisó que solicitará permisos en programa piloto, con el objeto de estar en posibilidades de generar información que evalúe el costo-beneficio de estas tecnología para los agricultores de nuestro país.
Fuentes:
Diario El Universal (http://www.eluniversal.com.mx/notas/704185.html)
AgroBio México (http://www.agrobiomexico.org.mx/)