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Investigadores secuenciaron el genoma de la mora; allana el camino para potenciar sus programas de mejoramiento

Investigadores de la Universidad de Florida han secuenciado por primera vez el genoma completo de la mora, un avance que podría transformar el cultivo de esta fruta. Utilizando secuencias genéticas del blackberry BL1, un fruto tetraploide, los científicos han logrado ensamblar su genoma completo, lo que facilitará técnicas de mejora genética más precisas y rápidas. Este descubrimiento también explica fenómenos como la producción de antocianinas, responsables del color y los beneficios antioxidantes de la mora.

Sci News / 30 de abril, 2025.- Científicos de la Universidad de Florida han generado el ensamblaje genómico a escala cromosómica de la mora tetraploide sin espinas, BL1, que fructifica en primocañas. Sus resultados deberían constituir un recurso valioso para acelerar el análisis genético de las moras y facilitar el desarrollo de nuevos cultivares mejorados con características hortícolas y nutricionales mejoradas.

Las moras pertenecen al género Rubus, subgénero Rubus (anteriormente subgénero Eubatus), dentro de la familia Rosaceae.

Se caracterizan por su color púrpura oscuro a negro intenso, su estructura compuesta y una combinación de sabores jugosos, ácidos y dulces.

Las moras son una fuente excepcional de antocianinas, antioxidantes y fibra dietética, ofreciendo importantes beneficios para la salud.

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En las últimas dos décadas, un fuerte aumento en la demanda de los consumidores ha impulsado una expansión sustancial del mercado demoras frescas y procesadas en Estados Unidos y otros países del mundo.

Como el cuarto cultivo de bayas de mayor importancia económica en Estados Unidos, el país produjo 16.850 toneladas métricas de moras procesadas y 1.360 toneladas métricas de moras frescas en 2017.

En 2021, EE. UU. importó 122.873 toneladas métricas de moras frescas y 16.738 toneladas métricas de moras congeladas, con un valor de 519 y 43 millones de dólares, respectivamente.

Se estima que la producción mundial de moras supera las 900.000 toneladas métricas, lo que la convierte en un contribuyente sustancial a la industria internacional de las bayas.

El desarrollo y la introducción continuos de nuevos cultivares mejorados han sido fundamentales para satisfacer la demanda de los consumidores y aumentar la producción de moras en todo el mundo.

“En general, este nuevo estudio no solo amplía nuestra comprensión de la genética de la mora, sino que también sienta las bases para mejoras significativas en las técnicas de mejoramiento de la mora”, afirmó el Dr. Zhanao Deng, investigador de la revista Horticulture Research.

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El resultado final podría ser variedades de mora mejores y más robustas que beneficien tanto a productores como a consumidores de todo el mundo.

Utilizando una gran colección de secuencias de ADN de una mora experimental BL1, el Dr. Deng y sus colegas las unieron computacionalmente, reconstruyendo la secuencia original de todo el genoma de esta mora.

El punto de partida es comprender que la BL1 es una fruta tetraploide, es decir, que proviene de una planta con cuatro copias de cada cromosoma en sus células.

Esto significa que tiene el doble de cromosomas que una planta diploide típica, como la frambuesa.

“Trabajar con una planta tetraploide es más complejo que con una diploide”, afirmó el Dr. Deng.

“La liberación de este genoma tetraploide de mora puede contribuir a un mejoramiento más eficiente y específico, lo que en última instancia conducirá al desarrollo de nuevos cultivares con una mejor calidad de la fruta y resistencia a enfermedades importantes”.

“El genoma de referencia creado a partir de esta investigación puede ser una herramienta poderosa para cualquiera que trabaje con moras”.

El ensamblaje del genoma también revela los secretos de características clave, como el crecimiento de plantas de mora sin espinas y la producción de antocianina, que afecta el color y los beneficios para la salud de la fruta.

“Este hallazgo puede ayudarnos a comprender por qué las moras desarrollan su característico color púrpura/negro intenso con el tiempo y cómo mejorar este proceso para obtener bayas más nutritivas”, afirmó el Dr. Deng.

El trabajo del equipo se publicó en la revista Horticulture Research.

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