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Científicos chilenos avanzan en genética para sandías tolerantes a la escasez de agua

Frente a la creciente crisis hídrica, investigadores del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF) han identificado genotipos de Lagenaria siceraria con alta tolerancia a la escasez de agua, los cuales podrían ser utilizados como portainjertos para mejorar la resistencia de la sandía a condiciones de sequía. Este avance, desarrollado en colaboración con instituciones internacionales, busca asegurar la sostenibilidad del cultivo en regiones afectadas por el cambio climático y la disminución de recursos hídricos.

ChileBio / 17 de marzo, 2025.- El déficit hídrico es uno de los mayores desafíos que enfrenta la agricultura en Chile y el mundo, afectando la producción de diversos cultivos frutales. La sandía, al ser un cultivo altamente dependiente del agua, se ha visto particularmente impactada por la disminución de recursos hídricos. En respuesta a esta problemática, un equipo de científicos del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF), ubicado en la Región de O’Higgins, está desarrollando estrategias de mejoramiento genético para hacer que este cultivo sea más resistente a la sequía.

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La clave: portainjertos resistentes a la escasez de agua

Uno de los enfoques más prometedores en esta investigación es la utilización de portainjertos provenientes de Lagenaria siceraria, una especie emparentada con la sandía que posee características de mayor tolerancia a condiciones de estrés hídrico. A partir de estudios detallados, los investigadores han identificado ecotipos chilenos de esta especie con una notable capacidad para retener agua y reducir la transpiración, lo que permitiría mejorar la tolerancia de las sandías cultivadas sobre estos portainjertos.

El Dr. Guillermo Toro, investigador del CEAF y líder del proyecto, explica que los ecotipos seleccionados provienen de distintas zonas de Chile y han demostrado ser altamente eficientes en el uso del agua. La posibilidad de utilizarlos en la producción de sandía representa un avance significativo para la industria agrícola, ya que permitiría a los productores mantener la calidad y productividad del cultivo en regiones con menor disponibilidad hídrica.

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Mecanismos de adaptación y eficiencia hídrica

El estudio no solo se ha enfocado en la selección de portainjertos, sino también en comprender los mecanismos que permiten a estas plantas resistir la sequía. A través de investigaciones en colaboración con instituciones de Dinamarca y España, se ha determinado que los genotipos de Lagenaria siceraria utilizados presentan barreras en sus raíces que reducen la pérdida de agua y optimizan la absorción del recurso. Además, estos ecotipos han mostrado una notable capacidad para ajustar su metabolismo en respuesta a condiciones de escasez hídrica.

Impacto para la industria agrícola

La implementación de portainjertos resistentes a la sequía en la producción de sandía podría transformar la manera en que se cultiva esta fruta en Chile. Actualmente, muchas zonas productivas enfrentan restricciones en el uso de agua para riego, lo que obliga a los agricultores a buscar alternativas para mantener la rentabilidad de sus cultivos.

Este avance en mejoramiento genético permitiría no solo garantizar la producción en escenarios de estrés hídrico, sino también reducir la dependencia de insumos como fertilizantes y agua, contribuyendo a una producción más sostenible.

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Perspectivas futuras y desafíos

El equipo de investigadores del CEAF continúa evaluando el comportamiento de estos portainjertos bajo diferentes condiciones de cultivo, con el objetivo de desarrollar recomendaciones específicas para su uso en sistemas productivos comerciales. El siguiente paso será realizar pruebas a mayor escala en predios agrícolas de la Región de O’Higgins y otras zonas productoras de sandía, para validar los resultados obtenidos en laboratorio y en ensayos controlados.

Además, se espera que estos descubrimientos puedan ser aplicados en otros cultivos frutales que también enfrentan desafíos relacionados con la disponibilidad de agua. La combinación de mejoramiento genético y estrategias de manejo agronómico podría ser clave para la adaptación de la fruticultura chilena al cambio climático y a las condiciones de creciente escasez hídrica.

La investigación cuenta con el financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y el respaldo del Gobierno Regional de O’Higgins y la colaboración de prestigiosas universidades internacionales.

En definitiva, la investigación desarrollada por el CEAF representa un importante paso hacia una agricultura más resiliente y eficiente en el uso de los recursos, con el potencial de beneficiar tanto a productores como a consumidores en el futuro cercano.

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