Un equipo internacional de investigadores ha publicado un estudio en Horticulture Research que explora cómo el uso de virus recombinantes para modificación genética pueden aumentar la diversidad genética y la resiliencia de los cultivos de la familia Solanaceae, familia que incluye a las papas, tomates, berenjenas y pimientos. Utilizando esta biotecnología avanzada, los científicos buscan mejorar características como la resistencia a enfermedades y la adaptabilidad ambiental, con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria global.
Academia de Ciencias de China / 23 de diciembre, 2024.- El sistema alimentario moderno depende en gran medida de un acervo genético limitado de cultivos, lo que plantea importantes preocupaciones sobre la sostenibilidad agrícola y la seguridad alimentaria. Solo se cultiva una pequeña fracción de la biodiversidad mundial, lo que hace que los cultivos sean vulnerables a las enfermedades y los cambios ambientales.
Esta falta de diversidad genética subraya la necesidad de diversificar nuestras fuentes de alimentos para protegernos de los desafíos futuros. Esta investigación responde a esas preocupaciones al explorar cómo las biotecnologías avanzadas pueden aumentar la diversidad genética y la resiliencia de los cultivos de solanáceas, contribuyentes clave a los sistemas alimentarios globales y locales.
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Un equipo de investigadores de la Universidad de Florida, en colaboración con expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la Universitat Politècnica de València (CSIC-UPV) en España, ha publicado un estudio en Horticulture Research.
El estudio se centra en la aplicación de conocimientos profundos sobre la domesticación de las solanáceas, combinados con biotecnologías basadas en virus, para mejorar el rendimiento y la diversidad de los cultivos de solanáceas, que incluyen productos básicos globales esenciales como las papas, los tomates, las berenjenas y los pimientos. La investigación destaca el potencial de las tecnologías de virus recombinantes (RVT) para la modificación genética precisa de estos cultivos, con el objetivo de mejorar no solo las variedades ampliamente cultivadas, sino también las especies infrautilizadas dentro de la familia de las solanáceas.
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La investigación destaca el poder transformador de las RVT en el mejoramiento de los cultivos de solanáceas. Al utilizar virus modificados, los científicos pueden inducir cambios tanto transitorios como hereditarios en los rasgos de las plantas, como la resistencia a las enfermedades, la mejora nutricional y la adaptabilidad ambiental. El estudio subraya la importancia de las RVT para la genómica funcional y la reprogramación de los rasgos de las plantas, yendo más allá de las aplicaciones teóricas en plantas modelo hacia mejoras de cultivos del mundo real.
En particular, el estudio explora los avances en genética inversa de virus de ARN de cadena negativa, que dan como resultado vectores virales capaces de introducir componentes CRISPR-Cas en las células vegetales, abriendo nuevas vías para modificaciones genéticas precisas y heredables que podrían transformar el proceso de desarrollo de los cultivos.
Fabio Pasin, autor principal del estudio, comenta: «Nuestra investigación ilustra el notable potencial de combinar conocimientos taxonómicos profundos con biotecnología de vanguardia. Al centrarnos en la familia de las solanáceas, podemos mejorar no solo los cultivos ampliamente reconocidos, sino también incorporar especies infrautilizadas a la corriente principal de la agricultura, mejorando la seguridad alimentaria y enriqueciendo la diversidad nutricional en todo el mundo».
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Las posibles aplicaciones de esta investigación son amplias y ofrecen la posibilidad de desarrollar rápidamente variedades de cultivos que sean más resistentes a las enfermedades, más adecuadas a los entornos locales y con un mayor valor nutricional. Estas innovaciones podrían conducir a prácticas agrícolas más sostenibles, reduciendo las demandas de mano de obra y mejorando la resiliencia del sistema alimentario. En última instancia, la investigación promete contribuir a fuentes de alimentos más sostenibles, diversas y seguras, lo que beneficiará tanto a la seguridad alimentaria mundial como a la nutrición local.