“El trigo tiene una proteína reguladora para la respuesta al estrés hídrico, pero no es tan buena”, dijo la investigadora Raquel Chan, creadora del trigo transgénico HB4 tolerante a sequía. “Es como que el girasol le presta un gen bueno. Imagínate como un equipo de futbolistas. No es que no hay equipo del otro lado, pero si le prestas a Messi les va a ir mejor”.
Reuters / 20 de septiembre, 2022.- En un campo cerca de la localidad agrícola de Pergamino, en el corazón agrícola de Argentina, brotes de trigo se extienden en prolijas hileras hacia el horizonte, un cultivo cuyos desarrolladores esperan que tenga mejores rindes en condiciones de sequía gracias a un gen tomado prestado de su par el girasol.
Accesible por un polvoriento camino rural, el campo es uno entre docenas de sitios donde crece una variedad genéticamente modificada (GM) de trigo llamada HB4, desarrollada por la empresa local Bioceres BIOX.O y científicos de una universidad y un centro de investigación estatales.
Argentina, el sexto exportador mundial de trigo, aprobó al trigo transgénico de Bioceres en el 2020. Así el cereal HB4 se transformó en la primera variedad GM del grano en recibir una aprobación de este tipo.
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Quienes lo apoyan dicen que HB4, también modificado para resistir el herbicida glufosinato de amonio, podría ayudar a prevenir escasez de alimentos en momentos en que patrones climáticos extremos han llevado a severas sequías en China, Norteamérica y Europa, y una guerra entre las potencias agrícolas Rusia y Ucrania ha impactado en la cadena de suministro de alimentos.
Muchos grupos de ambientalistas y consumidores han luchado contra el trigo GM, temerosos de efectos secundarios imprevistos por cambios en el genoma del cereal usado para elaborar pan, pastas y otros alimentos.
La técnica de modificación genética hace décadas es utilizada con la soja y el maíz, dos cultivos usados predominantemente como alimento para animales.
Bioceres está liderando la carrera hacia la comercialización de trigo GM, descubrió Reuters gracias a entrevistas con la empresa e importadores, documentos de pruebas en Estados Unidos obtenidas a través de un pedido de libertad de información y una poco frecuente visita a un campo donde se produce trigo HB4 en Argentina.
Bioceres ha obtenido distintos niveles de aprobación en Brasil, Nigeria, Australia y Nueva Zelanda. Está usando blockchain y georeferenciación para evitar la contaminación con trigo regular, un riesgo que productores locales temen que podría llegar a causar prohibiciones de importación.
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“Hay un poco de desconocimiento de qué es un transgénico, que no es un monstruo”, dijo Raquel Chan, bioquímica e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), que lideró el desarrollo de la variedad, licenciada a Bioceres.
Chan, que también trabaja en la argentina Universidad Nacional del Litoral (UNL), explicó que la planta es “casi indistinguible” de trigo sin cambios genéticos, pero que puede tolerar mejor la falta de agua gracias a un gen adicional incorporado proveniente del girasol.
“(Es) algo que podría haber pasado en la naturaleza, de hecho ha pasado con otras (plantas). Se llama transferencia horizontal de genes. Algunas especies le van pasando a otras, lleva miles de años. Nosotros lo hicimos mas rápido”.
HB4 podría mejorar los rendimientos del trigo en un 20% con respecto a variedades comunes en condiciones secas y cálidas, según un estudio del 2020 publicado en Frontiers in Plant Science (Fronteras en la Ciencia de la Plantas), en el que Chan fue una coautora.
Aún con la aprobación del Gobierno argentino, Bioceres todavía no ha empezado a vender a los agricultores del país su trigo GM. También está realizando ensayos en el vecino Brasil.
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TRIGO GM: ¿AÚN UN TABÚ?
En los laboratorios de Bioceres en la ciudad de Rosario, el polo agroportuario de Argentina asentado sobre un margen del río Paraná, Reuters vio a científicos trabajando con variedades de soja, un cultivo cuyas variedades GM hace tiempo están establecidas en la cadena de oferta de alimentos internacional.
El trigo modificado genéticamente, en cambio, hace tiempo ha sido un tabú.
“La preocupación central es la posibilidad de que el trigo transgénico y el no transgénico puedan llegar a mezclarse”, dijo Julio Calzada, analista económico jefe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el principal recinto de comercio de granos de Argentina.
La mezcla puede “traer algún rechazo de mercadería en los mercados internacionales y Argentina hoy necesita estos 4,500 millones de dólares de exportaciones” de trigo dijo Calzada.
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Ningún otro desarrollador de semillas ha buscado públicamente desarrollar trigo GM desde el 2004, cuando el gigante Monsanto, ahora propiedad de Bayer AG, abandonó planes de crear una variedad GM del cereal tolerante a su herbicida Roundup. Países consumidores amenazaron con prohibir trigo estadounidense, a pesar de que la empresa vendía hace tiempo ya maíz y soja GM tolerantes al Roundup, o glifosato.
En 2020, Bayer acordó pagar miles de millones de dólares en acuerdos por juicios de personas que sostienen haber sido dañados por su herbicida.
Registros del Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) muestran que las empresas BASF SE, Biogemma USA Corp, y Pioneer Hi-Bred International, propiedad de Corteva Inc, recibieron permisos para hacer pruebas con trigo GM en Estados Unidos en años recientes.
BASF dijo a Reuters que abandonó sus ensayos en 2019 y que está desarrollando trigo mediante tradicionales métodos de mejoramiento. Corteva señaló que no piensa comercializar trigo de sus ventas. Biogemma hizo ensayos de campo solo para investigación y desarrollo, según su propietaria Limagrain. Bayer dijo que no está trabajando con trigo GM.
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Bioceres dijo que está intentando obtener aprobación de los gobiernos de Estados Unidos y Australia para poder sembrar trigo HB4 en esos países.
En Indonesia, el segundo mayor comprador de trigo argentino después de Brasil, la titular de la asociación de molinos de harina Ratna Sari Loppies le restó importancia a los temores de contaminación, pero dijo que molinos en el país aún no comprarían trigo GM de Argentina para evitar un impacto “negativo” sobre sus propias exportaciones de alimentos derivados del trigo.
Brasil, que espera poder impulsar su propia producción y exportaciones de trigo, ha morigerado su posición. Rubens Barbosa, presidente de la asociación de molinos de harina del país Abitrigo, dijo que cree que Brasil, que hasta el momento aprobó las importaciones de harina hecha con trigo HB4, podría autorizar el ingreso del grano de trigo GM.
En 2020 había amenazado con frenar las importaciones de trigo de Argentina, luego de que el Gobierno argentino aprobó el producto de Bioceres. La autorización de Brasil a la harina de trigo HB4 fue en el 2021.
“Las semillas que vendrán y que serán sembradas en el norte de la región del Cerrado tendrán mejores rendimientos”, dijo en agosto, con respecto al trigo GM. “Todos estos factores justifican optimismo con respecto a la producción y el autoabastecimiento de Brasil en lo que es trigo”.
EL GEN ‘MESSI’
En el campo en Pergamino, Reuters atravesó puertas y cercas rurales comunes para acceder a los cerca de 80 hectáreas donde la variedad GM de trigo estaba sembrada.
Bioceres dijo que ha tomado fuertes pasos para evitar casos de contaminación, incluyendo el uso de tecnología blockchain en un “sistema productivo de identidad preservada” para asegurar la trazabilidad de la variedad HB4.
El cultivo es auditado al momento de la siembra y la cosecha. Los agricultores deben georeferenciar en un sistema las áreas sembradas con HB4 y cualquier labor hecha en esos campos. También reciben incentivos financieros para asegurar cumplimiento e inspecciones regulares son practicadas, dijo Bioceres. Semillas almacenadas en silobolsas son monitoreadas hasta su traslado y papeles documentan la cadena de custodia de semillas y granos durante su transporte.
Federico Trucco, presidente ejecutivo de Bioceres, dijo que estas medidas ayudan a convencer a escépticos. Una nuevo hito es la reciente aprobación en Nigeria, el primer país en aprobar la importación de granos de trigo HB4. Trucco dijo que estaba buscando autorizaciones en Indonesia, Vietnam y en el norte de África. En Brasil consumidores y molinos están modificando sus posiciones, agregó.
“Las aprobaciones ocurren de una forma mucho más rápida de lo previsto”, explicó Trucco a Reuters en Rosario, donde en un laboratorio cercano trigo HB4 para la producción de semillas crecía en un invernadero.
Trucco dijo que la invasión rusa de Ucrania y que sequía severas en Europa y China han movido la aguja respecto al trigo tolerante a la escasez de agua. Naciones Unidas ha advertido que las sequías podrían ser la próxima “pandemia” a medida que suben las temperaturas globales.
Chan, que lideró el trabajo sobre el HB4, citó al astro argentino del futbol, Lionel Messi, para explicar cómo el gen del girasol podría ayudar a medida que eventos de sequía crecen a nivel mundial.
“El trigo tiene una proteína reguladora para la respuesta al estrés hídrico, pero no es tan buena”, dijo. “Es como que el girasol le presta un gen bueno. Imagínate como un equipo de futbolistas. No es que no hay equipo del otro lado, pero si le prestas a Messi les va a ir mejor”.