“La ciencia no ha evidenciado ningún daño por el uso de cultivos transgénicos”, escriben los autores del estudio. “En cambio, ha documentado los beneficios económicos, ambientales y de salud por su comercialización», agregan.
Cornell Alliance for Science / 14 de abril, 2022.- A pesar de su éxito comprobado en la mejora de los sistemas alimentarios del mundo, los cultivos genéticamente modificados (GM o transgénicos) han atraído mitos y falsedades que continúan empañando la percepción pública de esta tecnología, según reporta un nuevo estudio.
“Los transgénicos están rodeados de muchas controversias. Desde que se lanzaron comercialmente los primeros productos GM, ha estado en marcha el debate sobre los riesgos reales versus percibidos del uso de OGMs”, afirma el nuevo estudio revisado por pares publicado en Applied Sciences. Los autores, que trabajan en las facultades de dos universidades en España, ofrecen un análisis de riesgo-beneficio basado en evidencia científica y desacreditan los mitos que los grupos de interés han difundido.
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“La ciencia no ha evidenciado ningún daño por el uso de cultivos transgénicos”, escriben los autores. “En cambio, ha documentado los beneficios económicos, ambientales y de salud de su comercialización. En general, el considerable consenso científico se mantiene, en la medida en que los alimentos GM comercializados actualmente no presentan un riesgo mayor que los alimentos tradicionales”.
La gente da varias razones para su vacilación hacia los cultivos transgénicos, que van desde la seguridad hasta las aprensiones morales. Otras preocupaciones incluyen la preocupación por la toxicidad, las alergias, la posible transferencia horizontal de genes (THG, por sus siglas en inglés) al medio ambiente o a otras especies y las implicaciones a largo plazo de los cultivos transgénicos, según señalan los autores.
El estudio concluye que, según la evidencia científica disponible, la THG entre plantas GM y otros organismos presenta riesgos no significativos para la salud humana y la seguridad ambiental. Se observa además que los cultivos transgénicos comercializados han superado previamente evaluaciones de riesgo, incluidas pruebas de alergenicidad. Además, los cultivos transgénicos y sus productos se someten a una evaluación rigurosa antes de su lanzamiento comercial, lo que garantiza la seguridad para el público y el medio ambiente.
“El marco legal que regula los alimentos y piensos transgénicos intenta garantizar altos niveles de protección para la salud humana y animal y también para el medio ambiente. A nivel mundial, las autoridades responsables de evaluar los productos transgénicos han adoptado estrategias específicas basadas en la experiencia y el conocimiento científico adquirido en las últimas décadas para evaluar su seguridad”, afirma el estudio.
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Los autores señalan que la tecnología GM es solo otra frontera en una larga tradición humana para mejorar los cultivos. Los OGMs han servido en gran medida para inyectar eficiencia y precisión en una tradición de mejoramiento de cultivos y ganado que se remonta a siglos atrás.
“Los humanos han estado alterando los genomas de plantas y animales durante miles de años. Desde la antigüedad, la crianza selectiva, también llamada selección artificial, ha sido un método rutinario en la agricultura. Aunque el proceso de creación de nuevos rasgos lleva tiempo porque requiere mutaciones genéticas espontáneas, el desarrollo de herramientas de ingeniería genética ha acelerado la producción de OGMs”, afirman los autores.
Los avances recientes en biología molecular tecnológica e ingeniería genética han producido cultivos con características mejoradas, como tolerancia a herbicidas, resistencia a insectos y mejores rendimientos.
“Además, está creciendo el interés por desarrollar cultivos transgénicos con propiedades nutricionales mejoradas, como niveles más altos de microelementos esenciales, cultivos más saludables al alterar su perfil de ácidos grasos o plantas con maduración retrasada”, agrega el informe.
A pesar de la controversia, los cultivos transgénicos tienen asegurado un papel central y seguro en el futuro de nuestros sistemas de producción de alimentos, señalan los autores. Los cultivos transgénicos ofrecen formas eficientes y sostenibles de satisfacer la creciente demanda de más alimentos y de mejor calidad para alimentar a la población mundial en medio de los desafíos emergentes del cambio climático.
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“Hoy en día, la agrobiotecnología se ha propuesto como una medida para abastecer a la creciente población futura del mundo y para servir como una solución al problema de la falta de alimentos”, escriben los autores. “La edición de genes y la creación de cultivos transgénicos son herramientas prometedoras para la agricultura, ya que pueden ayudar a abordar algunos de los desafíos que se avecinan. Para superar los desafíos emergentes de la seguridad alimentaria, es esencial tener en cuenta la información científica de calidad en lugar de dejar el tema y simplemente avanzar hacia la discusión moral. Por lo tanto, es necesario un análisis de riesgo-beneficio”.
Algunos de los beneficios de los cultivos transgénicos que se aprovecharán en este sentido incluyen su capacidad para producir mayores rendimientos de cultivos sin tener que extender las áreas cultivadas, reducir el uso de fertilizantes y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
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Los autores señalan que eliminar los cultivos transgénicos aumentaría drásticamente el área de cultivo global a expensas de las selvas tropicales, lo que aumentaría las emisiones de gases de efecto invernadero y, en consecuencia, intensificaría el cambio climático.
También se están realizando investigaciones para crear plantas con características deseables, como maduración retrasada, vegetales biofortificados, plantas más sanas y vacunas comestibles. Los alimentos transgénicos, afirman los autores, no solo son útiles para evitar carencias nutricionales en las generaciones futuras sino para adaptarse al cambio climático.
“Lamentablemente, el público en general ha estado ignorando en gran medida esta dinámica, lo que exige una mayor sensibilización del público”.