Un equipo de investigación que incluye a científicos de Alemania, Suecia, los Países Bajos y Estados Unidos ha publicado un estudio para solicitar a la Unión Europea la autorización de las nuevas técnicas de mejoramiento genético (como la edición de genes) en la agricultura orgánica, con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el estudio comentan los beneficios de combinar biotecnología y agricultura ecológica, ya que esta última (por si sola) reduce los objetivos de sostenibilidad al requerir mayores tierras de cultivo por su menor producción.
Wageningen University / 23 de abril, 2021.- A menos que la Unión Europea permita el uso de nuevas técnicas de mejoramiento genético (como la edición de genes) en la agricultura ecológica/orgánica, la estrategia europea «De la Granja a la Mesa» probablemente no cumplirá su promesa de avanzar hacia lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un equipo internacional de investigadores, entre los que se encuentran científicos de la Wageningen University & Research (WUR) de los Países Bajos, hace esta petición en un estudio publicado en Trends in Plant Science. Según los autores, tanto la agricultura ecológica como la biotecnología moderna tienen sus puntos fuertes específicos para contribuir a los ODS; la combinación de ambos enfoques podría desencadenar importantes sinergias.
[Recomendado: La agroecología podría beneficiarse de las nuevas tecnologías genéticas, afirman investigadores]En 2015, la comunidad internacional definió los Objetivos de Desarrollo Sostenible que abordan los desafíos globales a los que se enfrenta el mundo, como el Hambre Cero, la Acción por el Clima y la Vida en la Tierra. La Comisión Europea (CE) se ha comprometido con estos objetivos, que deben alcanzarse en 2030. Mediante la aplicación de su estrategia «de la granja a la mesa», la CE quiere impulsar al mismo tiempo el desarrollo de la superficie agrícola ecológica de la UE con el objetivo de alcanzar el 25% del total de las tierras de cultivo en la agricultura ecológica para 2030. Sin embargo, si se mantienen las actuales restricciones europeas al uso de nuevas técnicas de mejoramiento de cultivos, este aumento no garantizará en absoluto una mayor sostenibilidad, como muestra un estudio realizado por científicos de Wageningen (Países Bajos), Bayreuth, Göttingen, Düsseldorf, Heidelberg (Alemania), Alnarp (Suecia) y Berkeley (EE.UU.).
Ganancias medioambientales a nivel local, pérdidas a nivel global
La agricultura ecológica puede tener un efecto beneficioso para la protección del medio ambiente y la biodiversidad a nivel local. Sin embargo, en comparación con la agricultura convencional, la agricultura ecológica también ofrece menores rendimientos. En consecuencia, se necesita más tierra para producir la misma cantidad de alimentos de alta calidad, pero la conversión de tierras naturales en tierras agrícolas es uno de los mayores impulsores del cambio climático global y de la pérdida de biodiversidad. «La demanda mundial de alimentos de alta calidad aumenta. Por lo tanto, un aumento de la agricultura ecológica en la UE puede dar lugar a una expansión de las tierras agrícolas en otras partes del mundo (para importar lo faltante), lo que podría dar lugar a costos ambientales que superen cualquier beneficio ambiental local en la UE», dice el coautor Justus Wesseler, profesor de Economía Agrícola y Política Rural en la WUR. En otras palabras: el aumento previsto de la producción ecológica en la UE puede dar lugar a sistemas alimentarios menos sostenibles, no más.
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En su publicación en Trends in Plant Science, los autores argumentan que alcanzar tanto el objetivo del 25% de tierras agrícolas ecológicas como los ODS, sólo es posible si se cambia la legislación de la UE y se permite el uso de la biotecnología moderna y las nuevas técnicas de mejora, en particular en la producción ecológica. «Esto es especialmente cierto en el caso de la edición de genes, una nueva herramienta de precisión utilizada en el cultivo de plantas», dice Richard Visser, profesor de Mejoramiento Genético en WUR. «La edición de genes ofrece oportunidades únicas para hacer la producción de alimentos más sostenible y para mejorar aún más la calidad, pero también la seguridad, de los alimentos, especialmente en aquellos cultivos que son de polinización cruzada y/o de propagación vegetativa. Con la ayuda de estas nuevas herramientas moleculares, se pueden desarrollar plantas más robustas que proporcionen altos rendimientos para una nutrición de alta calidad, incluso con menos fertilizantes.»
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Además, la edición de genes se puede utilizar para desarrollar plantas resistentes a hongos que prosperan en la agricultura ecológica y de esta forma no requerir aplicar pesticidas a base de cobre. El cobre es especialmente tóxico para el suelo y los organismos acuáticos, pero su uso para controlar los hongos está, sin embargo, permitido y difundido en la agricultura ecológica debido a la falta de alternativas no químicas hasta la fecha. Visser: «La agricultura ecológica y la edición de genes podrían, por tanto, complementarse muy bien y, combinadas, podrían contribuir a una mayor sostenibilidad local y global».
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Los autores prevén que la implementación del cambio legal es poco probable bajo las realidades políticas actuales. «Muchos responsables políticos y grupos de interés de la UE y nacionales parecen preferir las políticas de coexistencia, en las que la producción ecológica y la biotecnología moderna están estrictamente separadas», afirma Wesseler.
Los investigadores esperan que una mejor comunicación pueda superar gradualmente algunos prejuicios muy arraigados entre los responsables políticos y el público en general. Visser: «Aunque sólo sea para la edición de genes, porque esta nueva técnica permite un mejoramiento muy selectivo sin tener que introducir genes extraños en las plantas«.