La empresa argentina Bioceres apuesta por convertirse en los primeros en llevar un trigo transgénico al mercado. Al ser un cultivo dirigido 100% a alimentación humana, enfrenta muchos más obstáculos frente a reguladores y consumidores que otros transgénicos que ya llevan décadas aprobados. Ahora, solo esperan la aprobación de importación de Brasil (mayor importador de trigo argentino) para llevar finalmente al campo este trigo GM tolerante a sequía.
Bloomberg / 26 de abril, 2021.- Un mundo sin alimentos suficientes está a la vuelta de la esquina y sólo puede evitarse si los seres humanos olvidan sus reparos a la hora de consumir cultivos modificados genéticamente (OGMs o transgénicos). Eso es lo que opina Federico Trucco, director general de Bioceres Crop Solutions Corp., una empresa argentina que intenta literalmente poner pan en la mesa con esta controvertida tecnología.
Bioceres intenta triunfar donde ninguna otra empresa lo ha hecho antes, vendiendo trigo modificado genéticamente. Aunque la gran mayoría de los cultivos de soja y maíz del mundo ya son transgénicos, éstos se destinan mayormente a la alimentación del ganado. El trigo biotecnológico, en cambio, sería consumido directamente por los humanos en pan y pastas, algo que los consumidores y los reguladores han rechazado rotundamente en el pasado. Actualmente, sólo Argentina, donde tiene su sede Bioceres, ha aprobado un trigo transgénico.
[Recomendado: ¿Por qué aún no hay trigo transgénico comercial en ningún país del mundo?]La advertencia maltusiana de Trucco sobre la futura escasez de alimentos se produce cuando los líderes mundiales se reúnen para volver a comprometerse con los objetivos de emisiones en un momento en el que el cambio climático está diezmando las cosechas y el aumento de los precios de los alimentos está obligando a más personas a pasar hambre.
«Va a llegar un punto en el que se convierta en algo exponencial y de repente tengamos que cambiar las cosas ayer», dijo Trucco en una entrevista. «Y creo que eso va a llegar bastante pronto. No estamos hablando de más de cinco años».
Otras empresas, como Monsanto Co. antes de su fusión con Bayer, han dado marcha atrás con el trigo transgénico debido a las fuertes reacciones de rechazo; Bioceres sigue nadando contra una marea de reguladores indecisos y consumidores asustados.
[Recomendado: Argentina aprueba de manera condicionada el primer trigo transgénico tolerante a sequía del mundo]No obstante, es posible que se produzca un hito en cuestión de semanas, ya que los organismos reguladores de Brasil, uno de los principales importadores [de trigo argentino], se reunirán el mes que viene. Si Brasil aprueba el trigo de Bioceres, la empresa podría empezar a vender en su primer mercado.
Trucco, descendiente de agricultores italianos inmigrantes y doctorado en ciencias de los cultivos por la Universidad de Illinois, ha descrito la tarea de conseguir que el trigo transgénico sea aceptado como «monumental».
Durante casi dos décadas, Bioceres, que cotiza en Nueva York y tiene su sede en Rosario, ciudad fluvial que es el centro de exportación de cultivos de Argentina, ha estado desarrollando tanto trigo como soja genéticamente modificados para resistir las sequías que son cada vez más frecuentes desde América hasta Australasia. También está invirtiendo en una empresa que inserta genes animales en las plantas para aumentar el contenido de proteínas, una apuesta por el creciente mercado de las carnes sustitutivas.
[Recomendado: El mejor año para ver la diferencia: trigo transgénico argentino crece sin lluvia por 4 meses]Una nueva generación de cultivos transgénicos resistentes a la sequía ayudaría a poner un piso a los precios y mitigar la volatilidad de los últimos meses, dijo Trucco.
Bioceres ya está en conversaciones para convencer a los molineros y fabricantes de alimentos de Brasil de que utilicen su cepa de trigo transgénico, al tiempo que busca la autorización en otros rincones del mundo, como Estados Unidos, Australia (país azotado por la sequía) y Asia.
«Si podemos consolidar nuestra posición en América Latina y luego persuadir a otras geografías con sus clientes para que se unan a la monumental búsqueda, podemos tener un enfoque por etapas para hacer esto una realidad», dijo Trucco.
Bioceres se está preparando para vender hasta 200 millones de dólares en bonos vinculados a la sostenibilidad que pagarían cupones vinculados a la captura de carbono en las explotaciones agrícolas. Dado que los cultivos de Bioceres siguen haciendo la fotosíntesis en climas más secos, teóricamente captan entre un 6% y un 7% más de dióxido de carbono que otras plantas.
[Recomendado: Científicos chilenos buscan potenciar rendimiento y calidad del trigo con biotecnología]«Hemos tenido una muy buena acogida» por parte de los inversores, dijo Trucco. «Hay interés en tratar de entender cómo los OGMs pueden ayudar frente al cambio climático».
Otros aspectos destacados de la entrevista:
– Las metas de captura de carbono del bono comienzan con 35.000 toneladas métricas de CO2 para 2023 y un acumulado de 156.000 toneladas en 2025. Si Bioceres no cumple los objetivos, la tasa del cupón aumentaría.
– Trucco espera la aprobación clave de China para las semillas de soja tolerantes a la sequía de Bioceres en la segunda mitad de 2021, dependiendo de los resultados de las pruebas de campo. Sin la autorización, la empresa tendría que retrasar los planes para desplegar la producción en Argentina.
– Bioceres también necesita ajustar la genética de su tecnología de soja para sus próximos mercados objetivo, el norte de Estados Unidos y el sur de Canadá.
– Hablando de Moolec, la empresa de proteínas alternativas en la que Bioceres adquirió recientemente una participación minoritaria, Trucco dijo: «No es algo que podamos perseguir internamente, porque hay un número limitado de peleas que podemos librar».