Un equipo de científicos estadounidenses ha identificado un gen mutante que “activa” otro gen responsable de los pigmentos rojos vistos en el maíz. El hallazgo ha resuelto un misterio de casi seis décadas con un hallazgo que podría tener implicaciones para el fitomejoramiento futuro. El misterio involucró una mutación genética espontánea que causó la aparición de pigmentos rojos en varios tejidos de plantas de maíz durante unas pocas generaciones y luego desaparecería en la progenie posterior.
Parecía una preocupación menor, pero debido a que la genética del maíz ha sido estudiada durante mucho tiempo como un sistema modelo, la pregunta tiene implicaciones significativas para la biología de las plantas. Surinder Chopra, profesor de genética del maíz en Penn State (Estados Unidos), ha liderado la investigación que se ha centrado en introducir los genes de un maíz mutante, denominado Ufo1 – Factor inestable para orange1, por sus siglas en inglés – en varias líneas de maíz consanguíneo o endogámico para ser estudiado.
Sin embargo, Ufo1 no hace que aparezcan los pigmentos rojos, sino un gen llamado pericarp color1 o p1. Los investigadores descubrieron que el gen Ufo1 en realidad está controlado por un transposón que se encuentra cerca de él. Cuando este transposón se enciende, el gen Ufo1 también se activa, lo que activa el gen p1 para indicar a la planta produzca los pigmentos rojos.
Cuando el transposón está desactivado, el gen Ufo1 se silencia y también lo hace la vía de pigmento controlada por p1. Chopra dijo que esta es la razón principal por la que el gen Ufo1 no fue identificado por tanto tiempo y el misterio persistió.
“Aprender acerca de lo que controla la regulación del gen Ufo1 nos acercará mucho más a un proceso de reproducción realista en el que podemos manipular la expresión genética para obtener un mayor contenido de maysina o un mayor contenido de azúcar, lo cual sería importante en el cultivo para la protección contra las plagas y para producción de biocombustibles, respectivamente», explicó Chopra.
Concluyó afirmando que “debido a que tiene un efecto pronunciado en el funcionamiento de la maquinaria celular, ahora podemos entender mejor la ruta molecular básica que normalmente ocurre durante un estrés en una planta (…) Comprender el estrés de las plantas como resultado de los extremos de calor, frío y agua es importante debido al cambio climático».