Un equipo de científicos colombianos trabaja en el desarrollo de sacha inchi transgénica, una planta de la Amazonía rica en ácidos grasos como el Omega 3, 6 y 9, según informó la organización sin fines de lucro Agro-Bio
La intención, explicó la entidad, es «producir aún mayores contenidos de ácidos grasos, fundamentales para los consumidores y el sector salud».
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El grupo de investigación pertenece a la Universidad Eafit, de Medellín (noroeste), y está liderado por el profesor Diego Villanueva, quien considera que la planta es de importancia debido a que tiene ciclos productivos cortos.
Esto, explicó, «ha hecho que se considere promisoria en programas de desarrollo social y rural y una herramienta de desarrollo económico significativo».
Otro de los puntos a favor de la producción de sacha inchi transgénica es que se trata de un sembrado prioritario para la sustitución de cultivos ilícitos, una de las principales banderas del Gobierno nacional.
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Quienes hacen parte del proyecto esperan que el desarrollo esté listo en unos tres años, lo que, explicó Villanueva, «significa a la vuelta de la esquina a nivel científico».
La sacha inchi, conocida como «maní de los incas», posee altos porcentajes de aceites saludables y proteínas que se ha demostrado tienen beneficios a nivel cardiovascular y para el tratamiento de patologías como artritis y diabetes.
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Las principales fuentes de Omega 3 son los pescados como el salmón y el bacalao.
Según Agro-Bio, «las fuentes de estos componentes son productos costosos y de limitado acceso para la población en general, por lo que la sacha inchi con este tipo de mejoramiento facilitaría la producción y el acceso a la población en general».
Colombia sembró el año pasado 95.117 hectáreas de cultivos transgénicos en 24 de sus 32 departamentos.
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) aseguró en un informe que durante 2017 se sembraron 86.030 hectáreas de maíz genéticamente modificado (GM), 9.075 de algodón y 12 hectáreas de flores azules para un total de 95.117 hectáreas de cultivos transgénicos.