Un estudio publicado investigadores de la Universidad de Missouri, Estados Unidos, indica que los consumidores de aquel país han estado pagando entre 10 y hasta 62% más por alimentos etiquetados como «libres de transgénicos». También menciona que las políticas que alientan a las compañías de alimentos a cambiar hacia los ingredientes «libres de transgénicos» probablemente aumentan los costos de los alimentos.
Los costos adicionales de los alimentos elaborados con ingredientes no modificados genéticamente (GM) y los cambios en la demanda de alimentos no-GM determinan las primas de los precios en productos no-GM. Según la investigación realizada en Estados Unidos, los consumidores han estado pagando precios extras de entre 10-62% para los productos no-GM certificados por análisis de laboratorio. El costo del etiquetado obligatorio de los alimentos GM depende de las decisiones del fabricante. Si los fabricantes de alimentos reformulan con ingredientes que no son GM, los costos para los consumidores podrían ser importantes.
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Las primas de precio tienden a ser más altas para los alimentos no GM (primas que se mantuvieron estables en los 8 años de análisis del estudio) y los que tienen certificación orgánica, para los cuales los productos agrícolas primarios y sus derivados tienen una alta participación en el valor. Estos son a menudo alimentos de bajo valor agregado que son comprados por consumidores con ingresos más bajos que preparan y comen la mayoría de las comidas en el hogar.
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Quizás la conclusión más importante que se puede extraer los resultados del estudio es que los alimentos no GM son más costosos que los GM, y las políticas que alientan a las compañías de alimentos a cambiar hacia los ingredientes «libres de transgénicos» aumentan los costos de los alimentos. Además, la investigación sugiere que existe una necesidad de realizar más investigaciones para aclarar los costos adicionales que los consumidores pueden tener que pagar en virtud de la divulgación obligatoria de los ingredientes GM y cómo se pueden distribuir dichos costos adicionales.
Este costo extra no conlleva ningún beneficio anexo, ya que los cultivos transgénicos a nivel comercial han demostrado ser tan seguros como sus pares convencionales.