Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Químico-Biológicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), México, logró manipular genéticamente la planta de tomate para incorporar en su fruto una proteína propia del amaranto que reduce la hipertensión y, según un experimento en roedores, resultó tan efectivo e inocuo como los fármacos que hay disponibles para tratar esa enfermedad.
“El trabajo transgénico realizado por científicos mexicanos destaca a escala internacional por ser el único que modifica la genética del tomate para prevenir y enfrentar la hipertensión, enfermedad que afecta a 30% de la población del planeta, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud”, explicó Lourdes Janeth Germán Báez, quien encabezó al equipo científico del Laboratorio de Biotecnología e Ingeniería Genética.
Existen trabajos europeos en los que el tomate ha sido modificado genéticamente, pero con el objetivo de prevenir el cáncer. En la revista Nature Biotechnology se muestran resultados en ratones alimentados con tomates modificados por medio de ingeniería genética a fin de controlar el gen p53, llamado “guardián del genoma”, cuya mutación se encuentra en 50 por ciento de los tumores malignos.
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LA IDEA
Para dar con la idea de un transgénico que ayude a controlar una de las enfermedades más comunes en el mundo, los investigadores mexicanos “hicimos revisiones de la literatura científica y encontramos algunas proteínas y en ellas péptidos bioactivos que ayudan a disminuir la hipertensión. Uno está compuesto por dos aminoácidos (valina y tirosina) que ya han demostrado en ratas que disminuyen la hipertensión”, señaló Germán Báez.
La especialista en genética vegetal agregó que el proceso para purificar y producir la proteína sola para consumo puede ser caro, por ello se pensó en un modelo que pudiera incorporarlo al tomate, por tratarse de un alimento popular y que se encuentra presente en una gran variedad de dietas a escala global.
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“Fue así que, una vez identificada la proteína amarantina, se extrajo del amaranto y se purificó, aisló y secuenció para poder ser expresada en el tomate. Luego trabajamos por un mes con ratas hipertensas en el laboratorio, en las que se probaron diferentes dosis”, detalló.
En el experimento, a un grupo de roedores se les administró captopril, uno de los fármacos más comunes para tratar la hipertensión, en las mismas proporciones que a otro conjunto de roedores se les dio la amarantina por medio de los tomates transgénicos. “Se hicieron evaluaciones a diferentes horas y se comprobó que en ambos grupos se lograba el mismo efecto a las cuatro horas de consumido”, aseguró la investigadora.
CÓMO FUNCIONA
La amarantina, explicó Germán Báez, actúa en los pulmones y otros órganos donde se encuentra la enzima convertidora de angiotensina (ECA), la cual hidroliza una sustancia llamada Angiotensina I y la convierte en Angiotensina II, un péptido que eleva la presión arterial.
“La característica que tiene la amarantina es que actúa como inhibidor de la ECA e impide su función. Esa actividad la realiza el tomate ante una sobreactividad de la enzima y logra normalizarla, de manera que si una persona que consume el fruto no es hipertensa no le hace daño”, puntualizó la biotecnóloga.
La siguiente etapa de su proyecto será probar el efecto de este tomate en humanos para determinar las dosis adecuadas. Lo cierto, aseveró, es que en las ratas ya se comprobó que puede incrementar 13 veces su potencial antihipertensivo.
“Al transformar genéticamente al tomate le damos más valor nutrimental, por la incorporación de aminoácidos y proteínas, y nutracéutico porque el péptido reduce la hipertensión”, dijo la científica que en mayo del 2015 obtuvo mención honorífica por el trabajo de tesis de doctorado “Expresión de la subunidad ácida de la amarantina en el fruto de tomate transgénico y evaluación in vitro de su actividad antihipertensiva”.
“El método para manipular genéticamente al fruto no implica gran inversión, ni en insumos ni en materia prima; no requiere condiciones especiales para su cultivo, de manera que para generar la semilla el costo en muy bajo”, destacó la especialista.