La enfermedad del enverdecimiento de los cítricos está diezmando la producción de naranja en el sur de Estados Unidos, especialmente en Florida. Sin métodos de control convencional, diversas entidades públicas y privadas ya están desarrollando virus, insectos y árboles genéticamente modificados que podrían salvar a la famosa naranja de Florida de su desaparición.
Los productores de frutales en los Estados Unidos han temido desde hace mucho tiempo la llegada del nocivo virus de la tristeza de los cítricos (CTV, por sus siglas en inglés) a sus campos. Pero ahora, este devastador patógeno podría ser su mejor esperanza, ya que la batalla contra una enfermedad mucho peor está destruyendo los cultivos de cítricos en todo el sur del país.
[Enlace recomendado: Cómo la modificación genética puede salvar de la extinción al plátano, chocolate, café y otros alimentos]
La empresa agrícola Southern Gardens Citrus en Clewiston, Florida (EEUU), solicitó al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en febrero el permiso para usar una versión genéticamente modificada del virus CTV para atacar la bacteria causante del “enverdecimiento de los cítricos”. Esta enfermedad ha reducido drásticamente la producción de naranja estadounidense a la mitad durante la última década y amenaza con destruir totalmente una industria avaluada en $3.300 millones de dólares.
El período de comentarios públicos requerido en la solicitud terminó la semana pasada y el USDA evaluará ahora los posibles efectos ambientales del virus modificado.
Los ensayos de campo con CTV modificado ya están en marcha. Si la solicitud es aprobada, sería la primera vez que este enfoque se utilice comercialmente. También podría proporcionar una oportunidad para eludir las normas y el estigma público que se aplican a los cultivos modificados genéticamente (GM).
«Hay una carrera real en este momento para tratar de salvar los cítricos«, dice Carolyn Slupsky, una científica de alimentos en la Universidad de California, Davis. «Esta enfermedad está en todas partes, y es horrible».
El virus modificado es sólo una de las opciones que se están explorando para hacer frente al fatal enverdecimiento de los cítricos. Otros proyectos apuntan a editar el genoma de los cítricos utilizando CRISPR/Cas9 para hacerlos más resistentes a la plaga, o modificar árboles para expresar genes de defensa o moléculas cortas de ARN que previenen la transmisión de enfermedades. Los cultivadores locales también han ayudado a financiar un proyecto internacional que ha secuenciado los árboles de cítricos para buscar más armas contra el enverdecimiento de los cítricos.
«Hay grandes oportunidades científicas aquí», dice Bryce Falk, un patólogo de plantas en la Universidad de California, Davis. «Necesitamos aprovechar las nuevas tecnologías».
El enverdecimiento de los cítricos es causado por especies de bacterias del género Candidatus Liberibacter. Se propagan por la succión de la savia de insectos voladores llamados psílido asiático de los cítricos (Diaphorina citri), las bacterias hacen que los árboles cítricos produzcan frutos amargos, deformes y con la mitad inferior de color verde. La enfermedad también es ampliamente conocida por su nombre chino, Huanglongbing (HLB).
El primer árbol en los Estados Unidos con síntomas fue reportado en Miami en 2005, y algunos investigadores han tenido éxito accidental contra la enfermedad. El equipo de Fred Gmitter, que desarrolla nuevas variedades convencionales de cítricos en la Universidad de Florida en el lago Alfred, lanzó una variedad de mandarina llamada Sugarbell justo cuando el brote estaba iniciando. Aunque estos árboles se han infectado desde entonces con C. Liberibacter, los agricultores son capaces de cosechar una cosecha razonable de naranjas dulces si las plantas reciben la poda y nutrición adecuada. Pero es difícil avanzar sobre ese éxito, ya que la causa de que estos árboles sean relativamente tolerantes de la enfermedad sigue siendo un misterio.
Durante años, Southern Gardens Citrus ha modificado genéticamente plantas para expresar genes de espinacas que generan inmunidad contra la enfermedad. La compañía dice que los resultados de los ensayos de campo sugieren cierto grado de protección. Pero este enfoque tomará muchos años para cumplir con los requisitos reglamentarios para la comercialización de un cultivo genéticamente modificado. Y los consumidores pueden no tomar amablemente a una fruta o jugo que viene de un árbol genéticamente modificado – o transgénico.
Así que Southern Gardens Citrus agregó un enfoque diferente y comenzó el proceso de aprobación del USDA para el virus CTV modificado en febrero. En lugar de modificar los árboles, la empresa quiere alterar el genoma de una cepa inofensiva de CTV para que produzca el gen de defensa de la espinaca. La compañía quiere injertar ramas de los árboles infectados con el virus modificado en los árboles. En abril, el USDA anunció que comenzaría a trabajar en una declaración de impacto ambiental, un proceso que normalmente toma unos dos años y que será necesario antes de que el departamento permita que el virus modificado sea utilizado comercialmente.
Debido a que el virus no altera la fruta, este enfoque puede permitir a los agricultores argumentar que las naranjas no están genéticamente modificadas, y así evitar la regulación y reducir la duda pública.
Ése es también el objetivo de proyectos separados que buscan genes que confieran resistencia a la enfermedad cuando estos se “apagan” o desactivan. Si los investigadores pueden encontrar esos genes, podrían usar CRISPR para inactivarlos. Nian Wang, patóloga de plantas de la Universidad de Florida, está usando este método para editar naranjos y espera saber hacia 2019 si son resistentes a la enfermedad. Otros están utilizando ARN de interferencia en los psílidos para desactivar los genes que permiten a los insectos transmitir las bacterias.
Por ahora, una pregunta prevalece: ¿La industria cítrica seguirá viva cuando estas soluciones lleguen a los campos? «Es una enfermedad increíblemente devastadora», dice Gmitter. «Los productores necesitaban respuestas hace diez años.»