Científicos del sector público de Kenia, Uganda y el Reino Unido han desarrollado plátanos africanos transgénicos resistentes a nematodos y una mortal bacteria que pueden producir pérdidas de entre 50% y 100% en la cosecha.
Las bananas y plátanos son el cuarto cultivo más importante en África, donde alimentan a más de 100 millones de personas ya que aporta muchas calorías y es barato de producir. Sin embargo, está sujeto a severas limitaciones de productividad ya que es atacado por una serie de plagas y enfermedades, entre los cuales se encuentran los gusanos nemátodos y la bacteria Xanthomonas campestris pv. Musacearum – que causa la marchitez bacteriana del plátano. Esta bacteria es capaz de destruir completamente una plantación, mientras que los nematodos pueden causar pérdidas de hasta el 50% y aumentar la susceptibilidad a otras plagas y enfermedades.
El desarrollo de variedades mejoradas de plátano es fundamental para abordar estos desafíos agrícolas. Sin embargo, debido a que los cultivares comerciales de plátano tienen altos grados de esterilidad y triploidía, no se pueden usar las técnicas convencionales de mejoramiento basadas en el cruzamiento. Además, el fitomejoramiento de este cultivo es muy limitado, ya que se propaga vegetativamente por estacas (no produce polen) y no se conocen genes de resistencia para estos patógenos en el género Musa (que incluye a las bananas y plátanos actuales).
Ambos factores hacen que la mejora mediante técnicas convencionales sea imposible o extremadamente lenta. Por eso la ingeniería genética es una herramienta necesaria para resolver estos problemas, ya que permite incorporar genes de interés, independientemente de su organismo de origen.
Los desarrollos recientes que utilizan ingeniería genética han comenzado a abordar estos problemas en el plátano, y según un nuevo estudio, científicos del sector público de Kenia, Uganda y el Reino Unido, lograron cultivos de plátano genéticamente modificado capaces de resistir a la infección por X. campestris pv. musacearum en el campo, a través de la incorporación de dos genes provenientes del pimiento (Hrap, Pflp). Por otro lado, obtuvieron plátanos transgénicos resistentes a nematodos usando genes de cistatinas de papa y maíz y secuencias de péptidos sintéticos específicos.
Los plátanos modificados con los genes Hrap y Pflp eran de las variedades ‘Sukali Ndiizi’ y ‘Nakinyika’, ambas muy consumidas en África, y la versión transgénica demostró resistencia total a la bacteria bajo invernadero y en ensayos de campo confinados en Uganda. El uso de dos genes permite retrasar y controlar cualquier posible resistencia de la bacteria.
Los investigadores manifiestan que la cuestión más importante para el desarrollo de estas tecnologías en el sector público africano es mantener un nivel de apoyo de los donantes para las etapas de transferencia tecnológica, en comparación con el desarrollo de tecnología Bt en algodón y el maíz donde la inversión está asegurada por empresas biotecnológicas. Otro punto sustancial es la capacidad de África para producir los muchos millones de plántulas transgénicas que se necesitarían para los agricultores africanos, y además, los procesos regulatorios aún no se han optimizado en África para apoyar la adopción rápida y segura de cultivos transgénicos útiles para el continente.
Además plantean que los objetivos científicos futuros, además del esfuerzo de transferencia tecnológica, es aumentar los beneficios que ofrecen los cultivares de plátano transgénico mediante el apilamiento de rasgos como la resistencia a nematodos y bacterias en los cultivares preferidos por los agricultores africanos.