La revista Scientific American publicó la edición de 2016 del “worldVIEW: A Global Biotechnology Perspective”, documento que incluye el ranking “worldVIEW Scorecard”, el cual clasifica a los países en función de su participación y la innovación biotecnológica.
Estados Unidos se mantiene como líder del ranking desde que se comenzó a publicar en 2009. Destaca en particular en dos categorías: productividad y educación/mano de obra. El segundo en la lista es Singapur, seguido de Dinamarca, Nueva Zelanda y Australia. Otros países mostraron excelencia en algunas áreas específicas, tal como Dinamarca con la puntuación más alta en intensidad en innovación biotecnológica. Hong Kong ocupa el tercer lugar en apoyo a la empresa y Arabia Saudita tiene el primer lugar en educación/mano de obra.
En el contexto latinoamericano y de acuerdo al ranking general, el país que lidera la región es Chile (32º), seguido por México (43º), Brasil (47º), y Argentina (54º). Para el caso de Chile, usando una escala de 1 a 10, su mejor categoría es “política y estabilidad” con 7.1, seguido de “protección a la propiedad intelectual” (5.5) y “apoyo a la empresa” (5.1). En las categorías restantes el puntaje es muy bajo: “esfuerzos en innovación” (0.1), “educación/mano de obra” (2.0) e “infraestructura e investigación/desarrollo (2.7) – para la categoría de “productividad” no hay datos suficientes.
En el área de “especialidades locales”, Chile es el único de la región mencionado en una de las categorías listadas: junto a Tailandia y Arabia Saudita, los 3 destacan en “mejor retención de talentos” – mayormente doctorados graduados en Estados Unidos que tienen la intención de volver a su país.
Además, enfatizan información del reporte “Global Agricultural Information Network” (GAIN) elaborado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos”:
«La biotecnología agrícola no es una prioridad para la administración actual de Chile… Independientemente de su carencia de marco regulatorio de biotecnología, y la restricción de la siembra y comercialización de cultivos genéticamente modificados, Chile acepta todas las importaciones (de OGMs) y no requiere etiquetado para productos manipulados genéticamente. Comercialmente, Chile podría ser un productor viable de remolacha azucarera, maíz y alfalfa transgénica.»
También destaca los esfuerzos en el desarrollo de la biotecnología chilena, mencionando como ejemplo el trabajo liderado por el Dr. Alejandro Dinamarca, de la Universidad de Valparaíso, quienes desarrollaron un aditivo alimentario basado en bacterias marinas, el cual reduce la cantidad de antibióticos utilizados en el cultivo del salmón. «A diferencia de los antibióticos este enfoque es innovador, ya que no genera resistencia y no daña el medio ambiente… por lo tanto, se incrementa la productividad, la seguridad alimentaria y el valor añadido».
- Web de worldVIEW: http://www.saworldview.com/
Informe y ranking completo: http://www.nzbio.org.nz/wp-content/uploads/2014/09/Scientific-American-world-view-2016.pdf