Durante más de 20 años los científicos han estado tratando de averiguar exactamente cómo el tomate se ablanda durante la maduración para así poder desarrollar un tomate sabroso con una vida útil más larga.
Ahora, un equipo de investigación dirigido por Graham Seymour, profesor de biotecnología vegetal en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, ha descubierto el gen que codifica la enzima pectato liasa, responsable del control de ablandamiento de la fruta.
Con el descubrimiento de este gen, Seymour y su equipo fueron capaces de suprimir el ablandamiento de la fruta sin afectar otros rasgos como el color, olor y dulzor. Esto se logró desactivando el mencionado gen mediante edición génica con CRISPR/Cas9. Los tomates editados genéticamente no mostraron ninguna de las muestras indicadoras de ablandamiento durante dos semanas más que los tomates convencionales. Por otro lado, el número de los tomates que crecieron en las plantas editadas genéticamente y convencionales fue prácticamente el mismo. Además, las plantas editadas y las convencionales tenían cantidades similares de moléculas que se sabe afectan el sabor, color y olor.
El estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), Universidad de Londres (Reino Unido), Universidad de California (EE.UU.), Universidad de Cornell (EE.UU.), Universidad de California en Davis (EE.UU.), Skidmore College (EE.UU.), Heygates Ltd. (Reino Unido) y Syngenta (Suiza) fue publicado el pasado lunes en la revista Nature Biotechnology.
«El actual trabajo es potencialmente importante, ya que ralentiza solo un aspecto de maduración-ablandamiento que es fundamental para el envío y vida útil» dijo Harry Klee, profesor de ciencias de la horticultura y especializado en tomate de la Universidad de Florida en Gainesville, que no participó en la investigación.
Si bien Estados Unidos ya está aceptando el cultivo comercial de nuevos cultivos editados genéticamente, no está claro si este tomate se podría cultivar comercialmente en el Reino Unido, donde ni si siquiera está permitida la siembra de cultivos genéticamente modificados por transgenia.
Probablemente la investigación será utilizada por los mejoradores de tomates para cruzar razas de tomate silvestre que (naturalmente) tienen niveles más bajos de pectato liasa, con variedades de tomate convencional de interés agrícola para así ralentizar su ablandamiento.
A nivel mundial, la industria del tomate representa más de $ 70 mil millones al año. En los EE.UU., los tomates frescos y procesados representan más de $ 2 mil millones en ventas al año, según el USDA, por lo que la mejora de la vida útil de un tomate que a su vez tenga buen sabor se traduciría en menos pérdidas y menos residuos.
Fuente:
- http://modernfarmer.com/2016/07/seymour-tomato-softening-study/
- http://www.wsj.com/articles/gmo-tomatoes-may-stay-firm-longer-1469458926
Estudio: