Investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han descubierto un proceso natural de la fotosíntesis inversa. Los científicos han descubierto que las monooxigenasas, unas enzimas naturales utilizadas en la producción de biocombustibles industriales, multiplican su eficacia cuando son expuestas a la luz solar. El proceso se llama fotosíntesis inversa ya que las enzimas usan el oxígeno del aire y los rayos del sol para descomponer y transformar, en vez de impulsar el desarrollo de las plantas y producir oxígeno, funciones de la fotosíntesis convencional.
Según ha explicado el líder de la investigación, Claus Felby, este descubrimiento cambia las reglas del juego y podría transformar la producción industrial de combustibles. Los resultados de esta investigación permite que mediante el uso de los rayos del sol se puede optimizar la producción de biocombustibles, obteniéndolos a temperaturas más bajas y con una mayor eficiencia energética. Algunas de las reacciones que solían tardar en torno a las 24 horas, utilizando el sol se podrían conseguir en sólo 10 minutos.
“Siempre lo hemos tenido debajo de nuestras narices, y sin embargo, nadie se había dado cuenta. La fotosíntesis solar no sólo permite que las cosas crezcan, los mismos principios se pueden aplicar para romper la materia vegetal (…) la luz solar directa impulsa procesos químicos. La inmensa energía de la luz solar se puede utilizar para que los procesos pueden tener lugar sin entradas adicionales de energía“, explica el profesor Claus Felby.
La fotosíntesis inversa tiene el potencial de romper los enlaces químicos entre el carbono y el hidrógeno, una cualidad que puede ser desarrollada para convertir el metano procedente de biogás-vegetal en metanol, un combustible líquido. Como materia prima, el metanol es muy atractivo, ya que puede ser utilizado por la industria petroquímica y procesada en combustibles, materiales y productos químicos.