Recientemente el investigador estadounidense Robert Carlson publicó un estudio en Nature Biotechnology donde calcula que los ingresos del sector biotecnológico de Estados Unidos han crecido en promedio más de 10% cada año durante la última década, mucho más rápido que los otros sectores de la economía.
En el estudio utilizó datos recogidos a partir de una variedad de fuentes públicas y privadas para montar una evaluación económica inicial sobre la biotecnología en los EE.UU. – como un caso de prueba para un análisis a nivel mundial. Lo que arroja es una imagen de un sector que ya hace una acelerarada y notable transformación de la economía de EE.UU. El total de ingresos de este país provenientes del sector de la biotecnología alcanzaron al menos $ 324 mil millones de dólares en 2012 – un equivalente a más del 2% del producto interno bruto de EE.UU.
El autor reconoce que la estimación es conservadora, ya que el total real podría ser un 10-20% más alto. Los ingresos totales comprenden tres subsectores de la biotecnología: productos biológicos (fármacos), con $ 91 mil millones; cultivos agrícolas (y semillas) con $ 128 mil millones; y productos industriales (biocombustibles, enzimas, biomateriales y bioquímicos) con más de $ 105 mil millones.
Contribuciones de los ingresos totales por subsector biotecnológico (Carlson, 2016.)
En los Estados Unidos los agricultores plantaron un 40% de la superficie global de cultivos genéticamente modificados (GM), y donde el uso de maíz, algodón y soja GM continuó teniendo más de un 90% de adopción, y la remolacha azucarera GM un 95%. Utilizando las cifras promedio de ingresos en el sector de cultivos y semillas GM, compiladas por el Departamento de Agricultura de EE.UU (USDA), estimó que la suma de los ingresos a escala nacional alcanzó los $ 128 mil millones de dólares. Y sobre la base de la superficie mundial de cultivos GM según lo informado por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotecnológicas (ISAAA), y asumiendo precios globales aproximadamente uniformes, estimo que los ingresos agrícolas a escala mundial para los cultivos transgénicos fueron de al menos $300 mil millones de dólares en 2012.
El Consejo Nacional de Investigación de EE.UU. (NRC) estima que mediante la siembra de cultivos GM, los agricultores estadounidenses reciben un beneficio económico adicional que oscila entre el 6% y el 20% de los ingresos totales de los cultivos, dependiendo del tipo cultivo, donde se planta y cómo se siguen las prácticas recomendadas. Los ingresos acumulados entre 2000-2012 provenientes del sector de semillas y cultivos GM ascienden a $ 802 millones de dólares, lo que sugiere que los agricultores estadounidenses reciben entre $ 50 mil millones y $ 160 mil millones como beneficio económico adicional durante esos años. Estas cifras superan sustancialmente los beneficios estimados por Brookes y Barfoot entre 1996 y 2011.
Más allá de los beneficios directos a los agricultores que siembran cultivos GM, el autor también menciona que hay beneficios para los cultivos convencionales en la proximidad a los cultivos GM. Múltiples líneas de evidencia demuestran que los cultivos GM resistentes a insectos plaga reducen su incidencia en toda la zona, algo conocido como “efecto halo”, reduciendo así las pérdidas en los cultivos convencionales cercanos. Este efecto reduce la necesidad de plaguicidas en los cultivos convencionales y aumenta su rendimiento – aunque el autor no considera estos beneficios en el análisis económico.
(A) Ingresos totales de cultivos y semillas GM en EE.UU. y los ingresos según tipo de cultivo transgénico. (B) Penetración en el mercado estadounidense de cinco cultivos transgénicos: maíz, soya, algodón, canola y remolacha (Carlson, 2016).