Tras numerosos años de cosecha continuada en todo el mundo de maíz modificado genéticamente resistente a glifosato, todavía hay detractores de esta tecnología que afirman que dichas variedades son más susceptibles a enfermedades que sus homólogas convencionales. Se argumenta en ocasiones que la resistencia al glifosato ha hecho que sean más propensas a contraer enfermedades como la conocida como el marchitamiento de Goss, que ha llegado a reducir a la mitad los rendimientos de algunos cultivos en Estados Unidos.
Esta correlación de la susceptibilidad a enfermedades y las variedades biotecnológicas ha sido refutada en numerosas ocasiones y lo ha vuelto a ser una vez más. Un reciente estudio del Servicio de Investigación Agraria (ARS) del Servicio Exterior de Agricultura del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) proporciona evidencias empíricas que muestran que no existe ningún aumento de susceptibilidad a las enfermedades en el maíz dulce modificado genéticamente tolerante a glifosato.
Los investigadores estudiaron una variedad híbrida de maíz dulce con una de maíz modificado genéticamente tolerante a glifosato. Ambas líneas de maíz fueron inoculadas con la bacteria que causa el marchitamiento de la planta cuando el Goss está presente. Se hicieron ensayos antes y después de la aplicación de glifosato de etiqueta estándar. Aproximadamente la mitad de las plantas inoculadas desarrollaron síntomas de marchitamiento, independientemente de que se tratara de la variedad híbrida o transgénica.
Además, el momento de la inoculación de la enfermedad respecto a la inoculación de glifosato no influyó en la incidencia o gravedad del marchitamiento de Goss. Los datos demuestran que la aplicación de glifosato a la línea biotecnológica en realidad incrementó el rendimiento en comparación con las plantas convencionales no tolerantes.
Estudio: http://hortsci.ashspublications.org/content/50/12/1791.full