Las siembras experimentales y de programa piloto de maíz genéticamente modificado (GM) han sido nuevamente autorizadas en México luego de que un magistrado levantó el martes la suspensión que pesaba contra estos tipos de siembra y que había sido impulsada por organizaciones civiles contrarias a este tipo de cultivos.
Sin embargo, la siembra comercial, que es la tercera fase de los cultivos de transgénicos, sigue suspendida hasta que se concluya el juicio colectivo del cual se espera inicie la fase de presentación de pruebas.
“Sin duda (es un avance para nosotros). Es un precedente muy positivo”, dijo Alejandro Monteagudo, director de la asociación AgroBío, que agrupa a empresas de biotecnología como Monsanto y DuPont Pioneer que luchan por la libre siembra de los transgénicos en México.
El fallo del magistrado Benjamín Soto significa que las siembras de maíz GM experimental, que únicamente tienen fines de investigación, y de programas pilotos, con los que se determina qué resultados en términos de costos y rendimiento que tienen este tipo de cultivos, se podrán retomar en México, luego de haber sido suspendidos en 2013 en el marco del proceso legal que las empresas mantienen con las organizaciones civiles. El producto de dichos cultivos no puede ser vendido.
“En México ya teníamos al menos dos años de siembra de programas pilotos, eso quiere decir que la experimental, tanto Sagarpa como Semarnat ya habían confirmado que no habían riesgos (de sembrar maíz GM en México)”, dijo Monteagudo.
Mientras que los defensores del maíz GM como Monsanto, Syngenta y DuPont afirman que las semillas genéticamente modificadas ayudan a aumentar la productividad y el rendimiento, los activistas aseguran que sembrar el maíz GM en México podría atentar contra la biodiversidad de esta planta ya que México es considerado su centro de origen.