No usar semillas transgénicas en la producción de maíz amarillo duro y algodón significa una pérdida económica de 3.500 millones de soles (un poco más de 1.000 millones de dólares) como mínimo, para cada caso, durante los 10 años que esté instaurada la moratoria en Perú, según los cálculos preliminares del investigador de la Universidad Nacional Agraria La Molina, Marcel Gutiérrez-Correa.
Para el cálculo, el científico tomó en cuenta los ahorros que significan un menor uso de insecticidas, mano de obra y energía eléctrica con los transgénicos. También tomó en cuenta el incremento de la productividad que puede ser en promedio 30% mayor.
Gutiérrez-Correa señaló que, como mínimo, los productores de maíz están perdiendo 3.500 millones de soles en el lapso de ese tiempo. En el caso del algodón, la pérdida puede fluctuar entre los 3.600 millones y 8.500 millones, según difundió durante el foro Impactos de la Regulación de la Biotecnología, organizado en el Hotel Río Verde en Piura.
También expresó su preocupación por la posible reducción en la importación de semillas convencionales para la producción de maíz, de no establecerse un umbral de por lo menos 2% para la presencia no intencional de transgénicos en lo adquirido del exterior.
En cambio, la investigadora de la misma casa de estudios, Antonietta Gutiérrez, comentó que lo que requiere el país es más bien investigación de las semillas convencionales. Frente al temor de que el mercado quede desabastecido de semillas, comentó que el INIA ha logrado buenos resultados en estos años de moratoria, con semillas convencionales de mayor productividad.
En cuanto al algodón, afirmó que las variedades transgénicas no corresponden a las necesidades del mercado local. “Alguna vez se quiso introducir una especie distinta y no se tuvo éxito”, resaltó. En resumen, opinó que no existe mayor afectación por la moratoria de semillas transgénicas en ese producto.
SUPERVISIÓN PENDIENTE
– Acciones. Como parte de la moratoria se estableció que el Senasa se encargaría de supervisar la importación de las semillas, lo que aún no ocurre.
– Problema. Lo que se teme es que el maíz importado tenga trazas mínimas de transgénicos, debido a contenedores contaminados.
– Posición. El INIA también propuso establecer un umbral de 2% de presencia de trazas transgénicas en las semillas convencionales importadas.
– Génesis. La Ley 29811, que establece la moratoria de productos transgénicos, fue aprobada por el Congreso en el 2011 y promulgada por el Ejecutivo.
– Multas. El gobierno estableció una multa de hasta 36,5 millones de soles para quienes importen transgénicos.
– Mercado. La soya y el maíz amarillos son los transgénicos que más se usan en el mundo.
Fuente: ArgenBio (http://www.argenbio.org/index.php?action=notas¬e=7005)