Según se desprende del último estudio realizado por economista Wallace Hoffman de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos), los consumidores estadounidenses estarían dispuestos a pagar más por productos modificados genéticamente (MG) de papa con bajos niveles de acrilamida, un contenido químico común en las papas dañino para el ser humano y relacionado con el cáncer. La propia Food and Drug Administration de los Estados Unidos ha instado a los consumidores a reducir el consumo de alimentos que contienen esta sustancia.
La investigación de Huffman ha medido las actitudes de los consumidores hacia productos potenciales derivados de papa transgénica con menores niveles de acrilamida. Los resultados de su investigación mostraron que los consumidores están dispuestos a pagar más por productos que redujeran la formación de acrilamida.
Huffman reconoció que los resultados proporcionan evidencia de que los consumidores están dispuestos a pagar más por mejorar la seguridad de los alimentos, incluso cuando la mejora se consigue a través de métodos biotecnológicos. Los encuestados reconocieron su disposición a pagar casi dos dólares más por una bolsa de papas para cocinar tras conocer los riesgos de la exposición a la acrilamida. También reconocieron estar dispuestos a pagar 1,33 dólares más por una bolsa de papas fritas congeladas.
Este estudio llega después de que en noviembre de 2014 se aprobara en Estados Unidos el cultivo de una nueva variedad de papa MG que produce menos acrilamida cuando se fríe y que se conoce como Innate. La aprobación se produjo tras diez años de investigación científica y tras haber superado con éxito los ensayos de campo y todos los controles de seguridad pertinentes.
Fuente: Fundación Antama (http://fundacion-antama.org/consumidores-pagarian-mas-por-patata-transgenica-saludable/)