De acuerdo con la ministro de Agricultura de Bangladesh, Matia Chowdhury, “el país quiere introducir el algodón transgénico resistente a insectos dentro de un corto período de tiempo, como lo hizo con la berenjena transgénica resistente a insectos, ya que el país podría duplicar su producción y los agricultores podrían tener ingresos adicionales”.
La funcionaria manifestó que el país ya cuenta con un marco regulatorio y de bioseguridad, para el uso de cultivos genéticamente modificados y esto facilitaría la introducción del algodón transgénicos, además del hecho de que el algodón no es un alimento.
“Estamos ansiosos de expandir la producción, pero vamos a tener que encontrar los terrenos adecuados en primer lugar, para que así los agricultores de arroz no abandonen este cultivo por el del algodón”, agregó Chowdrhuy.
Vale la pena destacar que millones de agricultores de países productores de algodón como India, China, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Costa Rica, Uruguay, Colombia, entre otros, han obtenido beneficios no sólo económicos, sino también ambientales pues este cultivo les permite hacer un uso más sostenible de insumos, por ejemplo, de los plaguicidas en el caso del algodón resistente a insectos (Bt).
En Bangladesh, el algodón es el segundo mayor cultivos comercial, después del yute. Sin embargo, su producción no ha podido mantener el ritmo de crecimiento del sector de los textiles.
El algodón GM se convierte en una buena alternativa para que los productores de algodón de Bangladesh puedan ser más competitivos de una manera sostenible.
Actualmente, cinco países de Asia (India, China, Pakistán, Filipinas y Myanmar) siembran cultivos genéticamente modificados principalmente de algodón y maíz.
Fuente: AgroBio (http://www.agrobio.org/fend/index.php?op=YXA9I2NIVmliR2xqWVdOcGIyND0maW09I05UQT0maT0jT1RFMg==)