Científicos de la Universidad de California en San Diego modificaron genéticamente algas marinas para convertir biomasa en combustible. Esta modificación permitiría la producción de biocombustible en otros ambientes, como el agua de mar, el agua salobre de las costas e incluso los suelos que no se pueden usar para agricultura debido a su alta salinidad.
Los investigadores que estudian el uso de algas para producir biocombustibles hasta ahora se enfocaron en las especies de agua dulce: saben cómo cultivarlas, modificarlas genéticamente, hacer que produzcan proteínas recombinantes, y todo lo necesario para fabricar biocombustibles. Pero el mes pasado la Academia Nacional de Ciencias, examinando el potencial de las algas para este fin, a pedido del Departamento de Energía de EE.UU, publicó un informe señalando que este potencial podría limitarse por la disponibilidad de agua dulce, y porque hasta el momento no se había logrado la modificación genética de especies marinas.
Los científicos de la Universidad de California en San Diego centraron su estudio en una especie de alga marina, Dunaliella tertiolecta, debido a su alto contenido de aceite y capacidad de crecer rápidamente en un amplio rango de pH y concentración salina. Para demostrar que podría ser utilizada a nivel comercial, le incorporaron cinco genes que codifican para enzimas relacionadas con la conversión de biomasa en aceite y con el aumento de la disponibilidad de nutrientes. De esta manera, los investigadores están estudiando la posibilidad de usar a las algas, luego de la extracción del aceite, como parte del alimento para animales.
El trabajo fue publicado en la revista Algal Research.
Fuente: ArgenBIO (http://argenbio.org/index.php?action=notas¬e=6267)