En medio de un fuerte incremento de la demanda por granos, Brasil apuesta al desarrollo de tecnologías aplicadas a las plantaciones. Uno de los casos más emblemáticos es el del CTC (Centro de Tecnología Canavieira), que apuesta al perfeccionamiento de biotecnologías en la producción de caña de azúcar.
El 70% de los productores de caña decidieron unirse hace 40 años para desarrollar avances tecnológicos en el sector, creando el CTC.
El centro tiene dos estaciones de estudio: una en el estado de Sao Paulo y otra en el noreste brasileño. El CTC apunta al mejoramiento genético de la caña de azúcar, y actualmente realiza investigaciones para poder desarrollar comercialmente caña transgénica. Esto mejorará los márgenes de ganancia de la producción, hará más sustentable al cultivo y mejorará su adaptabilidad a normas y demandas, aseguran desde el centro de investigación.
El CTC funciona sin fines de lucro y está sustentada por los propios productores de caña. Sabrina Chabregas, coordinadora del área de biotecnología del instituto, señaló en una rueda de prensa que el centro tiene investigaciones que se mueven por toda la cadena de producción de la caña de azúcar y destacó la importancia de dichos estudios.
Subrayó que buscan que “los beneficios” que tiene el cultivo de soja, de maíz o algodón transgénico se puedan aplicar también a la caña de azúcar: “Por eso estamos trabajando en biotecnología”, enfatizó la coordinadora.
Los estudios abarcan a la caña como planta en sí, al azúcar como producto, a la generación de energía que trae consigo y otros productos derivados, como por ejemplo la celulosa que se produce del remanente de la planta una vez extraído el azúcar.
El CTC espera lograr desarrollar y comercializar su primera caña transgénica para 2017 y 2018. Igualmente, el centro ha trabajado en genética tradicional durante años. Es más, ya lleva registradas 27 variedades comerciales producidas por dicha técnica, es decir, variedades que surgen del cruce de distintos tipos de caña de azúcar, a los que se llega realizando una selección y mejorando la variedad.
Igualmente desde el organismo aclaran que, si bien han registrado 27 variedades comerciales, aún no han registrado comercialmente ningún evento transgénico. Esto se explica en que el proceso por el cual se logra llevar que un “evento” sea comercial es extremadamente largo, insume varios años y varios intentos. Como cifra de referencia, la CTC estima que cada evento llevado a su implementación comercial cuesta unos 130 millones de dólares.
Las explicaciones de por qué fomentar la investigación en transgénicos para uso comercial son varias, aseguraron desde el CTC. Resaltaron, entre otros factores, que la implementación de la agricultura transgénica ha favorecido la productividad de las plantaciones en el mundo, ha mejorado los márgenes y colabora con el desafío del crecimiento de la población mundial, entre otros aspectos. Además, remarcan que no existen estudios científicos que indiquen que los transgénicos implican un riesgo significante para la tierra o una amenaza para la biodiversidad.
Fuente: Diario La República de Uruguay (http://www.diariolarepublica.net/2012/11/impulsan-biotecnologia-para-la-demanda-de-cana-de-azucar/)