La Cámara Agropecuaria de Oriente (CAO) de Bolivia pidió al Gobierno de su país que se le debe dar prioridad al uso de semillas transgénicas para poder tener una mayor producción de maíz y así ser más competitivos.
El gremio también considera que de no podérsele brindar esta posibilidad a los agricultores, no se podrá producir suficiente para cubrir la demanda y, por ende, se deberá importar el producto.
El gerente de la CAO, Edilberto Osinaga, afirma que los rendimientos no crecen como para garantizar el suficiente abastecimiento con el fin de atender la demanda del sector avícola, pecuario y garantizar la producción de leche, carne de pollo, cerdo y de res.
Según Osinaga, en la medida que no se pueda producir variedades más resistentes a las plagas, la producción seguirá siendo baja y el país no tendrá otra opción que importar, y en el exterior sólo hay maíz transgénico.
El otro producto donde es necesario utilizar este tipo de semillas modificadas, consideran, es el algodón el cual tiene problemas por las bajas precipitaciones pluviales. Aunque no es comestible, la CAO considera que su pepa puede servir de alimento al ganado vacuno en el país.
De acuerdo con la Asociación de Productores de Maíz, Sorgo y Cultivos Alternativos (Promasor), anteriormente los productores bolivianos de maíz producían cerca de dos toneladas por hectárea; con los híbridos y variedades actuales esta cifra aumentó a entre cuatro y cinco toneladas por ha, y se espera que, por la experiencia de otros países de la región, al utilizar transgénicos esta cifra sea superior.
Vale la pena resaltar que en 2011, Bolivia sembró 900 mil ha de soya GM y ocupó el lugar número once en la lista de los veintinueve países biotecnológicos.
Fuente: AgroBIO (http://www.agrobio.org/fend/index.php?op=YXA9I2NIVmliR2xqWVdOcGIyND0maW09I05UQT0maT0jTkRjeQ ==)