El Gobierno Boliviano anunció la modificación de la Ley de la Madre Tierra, para permitir la utilización racional de transgénicos con el objetivo de ampliar la frontera agrícola y alcanzar la seguridad alimentaria para el país. El anuncio fue efectuado por el Presidente Evo Morales, quien dijo que su Gobierno estaba dispuesto a modificar algunos artículos de la Ley de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien, sobre todo en los aspectos referidos a la producción de alimentos con la utilización de transgénicos.
Se trata de una respuesta que ofreció el jefe del Estado Plurinacional a los sectores vinculados a la producción agroindustrial, que expresaron su preocupación por algunos Artículos de la referida Ley que prohíben el uso de organismos genéticamente modificados. En la población Cuatro Ojitos de Santa Cruz, se produjo una concentración de agricultores para el acto de promulgación de la Ley del complejo productivo de la caña de azúcar, que aplaudió el anuncio del Presidente de la República.
Según algunas publicaciones, Evo Morales habría revelado que «algunos artículos fueron introducidos de contrabando» en la Ley de la Madre Tierra, por lo que en el proceso de reglamentación se efectuarán modificaciones.
Los productores agropecuarios hicieron varias gestiones en busca de un acuerdo que permita sentar en el país bases ciertas para que Bolivia logre ampliar la capacidad de producción agropecuaria. Entre los argumentos de los agroindustriales se hizo un compromiso que señala lo siguiente: «Como un aporte para una mayor y mejor alimentación en un mundo impactado por el cambio climático y la incontenible explosión demográfica, Bolivia asume el reto de producir una «soya económicamente viable, socialmente responsable y medioambientalmente sustentable» para los mercados internacionales, con el sello de certificación del «estándar RTRS». Ese el compromiso asumido en el Foro «Producción de Soya Responsable en el MERCOSUR y Bolivia: Estándar RTRS», organizado por la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Es más, Bolivia no puede quedarse rezagado frente a un incontenible avance agroindustrial del continente. Latinoamérica se encamina a ser el mayor cultivador de productos transgénicos del planeta, desplazando a Estados Unidos que en este momento es el principal productor con 69 millones de hectáreas. Brasil y Argentina ya tienen en conjunto 53 millones de hectáreas de cultivos con productos transgénicos, a lo que se suman Chile (sólo producción de semillas), Colombia, Paraguay y otros países que ya entraron a la competencia, debido a los altos rendimientos.
Los productores de soya, maíz, sorgo y arroz estiman cultivar este año más de un millón de hectáreas. En Bolivia, ya el 90 por ciento de la producción de soya es transgénica, además de otros rubros agropecuarios que utilizan semillas genéticamente modificadas, y su prohibición no solamente afectaría a los productores dejando a miles de ciudadanos sin empleo, sino que pondría en serio riesgo la meta de alcanzar la seguridad alimentaria del país.
Fuente: Jornadanet.com (http://www.jornadanet.com/Opinion/n.php?a=3305)