Un nuevo estudio publicado en la revista BMC Plant Biology muestra cómo al agregar dos genes específicos se puede producir plantas “larga vida” y libres de polen.
Pelargonium (o pelargonio) es una planta emparentada con los geranios y que ha sido cultivada en Europa desde el siglo XVII. Actualmente es una de las plantas ornamentales más usadas en los jardines y balcones en todo el mundo. Ha sido usada, además, para generar por mejoramiento convencional variedades con diferentes formas de hoja, flores y aromas, e incluso con características comerciales interesantes, como la floración temprana y continua y la resistencia a enfermedades y plagas.
Un equipo de investigadores españoles del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) y de la empresa BIOMIVA S.L. modificó genéticamente a dos especies de Pelargonium con dos genes bacterianos. Uno, que codifica para la enzima isopentenil fosfotransferasa (ipt), fue diseñado para aumentar la cantidad de la hormona citoquinina, que promueve la división celular y por lo tanto previene la senescencia. El segundo, fue diseñado para producir la enzima barnasa (una ribonucleasa bacteriana) especialmente en las anteras (donde se produce el polen), con el objetivo de generar esterilidad.
Según el Dr. Luis Cañas, uno de los científicos del IBMCP, la enzima ipt cataliza la síntesis de citoquinina y, al tener más enzima, se produce más hormona, previniendo el envejecimiento (senescencia) de la planta. Por otro lado, la fabricación de la enzima barnasa (ribonucleasa) específicamente en las anteras, impide el desarrollo de las células precursoras del polen, resultando en flores libres de polen.
La generación de plantas con estas características es una buena noticia para los floricultores, que desean que sus flores duren lo más posible.
Se puede acceder al trabajo científico completo en el siguiente enlace http://www.biomedcentral.com/1471-2229/12/156/abstract
Fuente: ArgenBIO (http://argenbio.org/index.php?action=notas¬e=6170)