Un grupo de investigadores de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria) completó el mapa del genoma del café. El trabajo, iniciado en 2007, tiene como objetivo identificar los genes (unos 30 mil) que tiene la planta. Uno de esos genes, dicen los científicos, tiene la capacidad de conferir resistencia a sequía.
En ensayos de laboratorio, las plantas modelo transformadas con este gen consiguieron resistir hasta 40 días sin agua, mientras que las plantas control, que no recibieron el gen, murieron después de los 15 días. Este descubrimiento puede garantizar la productividad agrícola durante los períodos de sequía en el país.
El próximo paso es probar el mismo gen en otros cultivos, como la caña de azúcar, el maíz, la soja, el arroz y el trigo. Según Eduardo Romano, investigador de Recursos Genéticos y Biotecnología y uno de los responsables del proyecto, el estudio está enfocado especialmente en dar respuesta a la situación de las regiones brasileñas más castigadas por la sequía, como el nordeste del país. “La transgénesis tiene el potencial de expresar esa característica en otras especies y, así, mantener la productividad aún en ausencia de condiciones favorables”, señaló.
El cultivo de plantas resistentes a la sequía puede ser sustentable desde el punto de vista ambiental, social e económico. La actividad agrícola, responsable por el 70% del uso de agua dulce del planeta, puede reducir el uso de este recurso natural y preservar el ambiente con este tipo de plantas genéticamente modificadas. En el ámbito social y económico, según Romano, “varios cultivos mantienen su productividad en base al riego. Con menos necesidad de agua los costos van a disminuir también”, explicó.
Fuente: Argenbio (http://argenbio.org/index.php?action=notas¬e=6162)