El proyecto Melonomics, un consorcio de nueve centros de investigación españoles encabezado por el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), ha secuenciado el genoma del melón, junto con los genomas específicos de siete variedades de melón. Se trata de una iniciativa que reúne por primera vez a centros públicos y privados.
La investigación fue dirigida por Pere Puigdomènech del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Jordi García Mas del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), con la colaboración del equipo de Roderic Guigó del Centro de Regulación Genómica.
Los resultados de la investigación demuestran que el genoma del melón tiene 450 millones de pares de bases y 27.427 genes. Es mayor que el genoma del pepino, su “pariente” más cercano, que tiene 360 millones de pares de bases.
Puigdomènech declaró que «hemos identificado 411 genes que pueden estar relacionados con la resistencia a enfermedades». Al comparar este genoma con otros cultivos cercanos filogenéticamente, se observa que los cambios en el genoma de estas especies presentan una gran variabilidad.
El equipo también ha identificado hasta 89 genes relacionados con algunos aspectos de la maduración del fruto: 26 genes relacionados con la acumulación de carotenoides (que confieren el color a la carne del melón) y 63 relacionados con la acumulación de azúcar y el sabor. García Mas agrega que «el conocimiento del genoma y de los genes relacionados con las características de interés agronómico permitirán avanzar en la mejora genética de esta especie para producir variedades más resistentes a plagas y con mejor calidad organoléptica».
Fuente: CRAG (http://www.cragenomica.es/news/news.php?year=2012&month=07&id=19)