Funcionarios de los gobiernos de México y Argentina propusieron impulsar un Pacto Iberoamericano para desarrollar la Biotecnología en Ingeniería Genética, con el fin de minimizar los estragos de las sequías.
En el «Foro Impacto Productivo de la Biotecnología», celebrado en el Palacio Legislativo de San Lázaro en la capital mexicana, legisladores de ambos países coincidieron en que un mayor desarrollo biotecnológico en la ingeniería genética beneficiaría a los países con la reducción de la pobreza y hambruna provocadas por las sequías.
«Hay que sumar fuerzas y hacer un Pacto Iberoamericano entre México y Argentina para la aplicación e impulso de la Biotecnología en Ingeniería Genética, para combatir el impacto del cambio climático y trabajar en la remediación de la contaminación», dijo el diputado mexicano Cruz López Aguilar, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Por su parte, Martín Lema, el diputado argentino y director de Biotecnología del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, expuso que en su país la biotecnología ha ayudado a minimizar las erosiones en el campo a consecuencia del cambio climático.
Lema enumeró que el cambio en las temperaturas, la falta de agua y de estrés biótico, «el cambio de patrones de humedad» ha provocado que se modifiquen las plagas que afectan al campo. Y agregó «es por esto que ayuda la biotecnología que hace cultivos más resistentes a sequías”.
México y Argentina han sido afectados en el último año por las intensas sequías, producto de los registros mínimos de lluvias en algunas regiones.
En Argentina, la escasez de agua afectó las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, productoras de vacunos, maíz y soja, principal producto de exportación que bajó su producción 11 por ciento en los últimos tres meses.
En México, más de 200 municipios, de 19 estados, la mayoría en el norte del país, se han visto afectados por la peor sequía en los últimos 70 años.
En diciembre de 2011 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de México informó que durante el año pasado se perdieron miles de hectáreas de cultivo y 450,000 cabezas de ganado que murieron por la falta de pastizales que no crecieron en las zonas áridas del país.
Fuente: AgroBIO Colombia