Argentina ocupa el décimo puesto como país agrícola según un ranking de superficie cultivada publicado por el Banco Mundial sobre datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Con 31 millones de hectáreas agrícolas, el país se ubica por debajo de Estados Unidos, India, Rusia, China, Brasil, y Australia y representa el 2,2% del área cultivada mundial total. Los datos fueron rescatados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un informe que destaca, además, que sobre el total de la tierra firme que existe en el mundo se cultiva sólo el 9,3 por ciento.
La tierra “tiene una superficie total de 510 millones de kilómetros cuadrados” y de ese total, “361 millones están cubiertos por las aguas”, explica la BCR. Según el Banco Mundial, con datos de la FAO, el total mundial de tierras cultivadas alcanza las 1.381 millones de hectáreas, (ó 13,8 millones de kilómetros cuadrados) es decir “el 9,3% de la tierra firme”.
Mientras Argentina aún tiene posibilidades de expandir su frontera según analizan expertos del sector, la última década y media supuso un fuerte crecimiento, en especial por el ingreso de los transgénicos en el mapa nacional.
Según un reciente informe de la organización ArgenBio, entidad que agrupa a referentes de la industria semillera, los transgénicos ocupan 23 millones de hectáreas en el país, esto es, cerca de tres cuartas partes del total sembrado en la Argentina. Para graficar el impacto de los llamados organismos genéticamente modificados (OGM) el mismo trabajo traza el escenario sin la introducción de los transgénicos para el cultivo de soja, el más difundido en el país, con 18,6 millones de hectáreas sembradas en la campaña 2010/11. Para el autor del trabajo, Eduardo Trigo, de no haberse introducido la soja transgénica (en 1996) la superficie sembrada con soja sería de poco más de 10 millones de hectáreas. Más allá de las críticas que cosechan este tipo de cultivos, la industria que los fabrica y muchos analistas postulan a la expansión de las cosechas y la reducción de costos como los mayores beneficios de los transgénicos.
El ranking mundial de países agrícolas está cómodamente encabezado por los Estados Unidos, con 162,7 millones de hectáreas, e India, con 157,9 millones de hectáreas. Entre estos dos países alcanzan casi un cuarto de la superficie cultivada a nivel mundial (23%).
Les siguen Rusia, con 121,7 millones de hectáreas, y China, con 109,9 millones de hectáreas. Este primer grupo de cuatro países suma el 40% de la superficie agrícola global. El listado sigue con Brasil, que cultiva 61 millones de hectáreas, Australia (47,1 millones), Canadá (45,1 millones), Nigeria (34 millones); Ucrania (32,4 millones) y Argentina, en el décimo lugar. Si se suman los demás países del planeta que superan las 17 millones de hectáreas cultivadas, como México (25,1 millones), Indonesia (23,6 millones), Kazajstán (23,4 millones), Turquía (21,3 millones), Pakistán (20,4 millones), Sudán (20,1 millones), Francia (18,3 millones) e Irán (17,2 millones), la lista asciende a 18 países, que representan el 70,4% del total mundial.
Fuente: ArgenBIO