Un nuevo proyecto de la Unión Europea se puso en marcha el 1 de diciembre de 2011 para evaluar los impactos de los cultivos transgénicos, en base a datos científicos, sobre el medio ambiente en los países europeos. El proyecto llamado AMIGA, abreviación de la frase en inglés “Assessing and Monitoring the Impacts of Genetically Modified Plants on Agro-ecosystems” (Evaluación y Monitoreo de los impactos de los vegetales Genéticamente Modificados en Agro-ecosistemas), tendrá una duración de 4 años.
El consorcio AMIGA incluye la asociación de 22 centros de investigación, universidades, agencias estatales y empresas privadas con expertos en el análisis de diversos aspectos de los vegetales genéticamente modificados y de su cultivo. La Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible (ENEA) de Italia es el coordinador del proyecto. Las actividades del proyecto incluyen estudios de caso sobre el maíz y la papa, que son los dos cultivos transgénicos actualmente aprobados para su cultivo en Europa.
Hay que recordar que la Comisión Europea ha publicado un documento en el que se reúnen los estudios científicos realizados en la Unión Europea desde 2001 sobre la seguridad de los transgénicos. El documento busca aportar luz al complejo debate abierto en la sociedad sobre los organismos transgénicos, recordando que la ciencia ha demostrado en numerosas ocasiones que aquellos que entran en el mercado, bien para cultivo o para consumo humano o animal, son tan seguros como los convencionales tanto para el medio ambiente, el ser humano y los animales.
Desde 1982 la Comisión Europea ha invertido más de 300 millones de euros en investigar los cultivos transgénicos para garantizar así a los ciudadanos la seguridad de los mismos.
Fuente: CORDIS, European Commission