El poli-3-hidroxibutirato (PHB) es un poliéster termoplástico fabricado naturalmente por las bacterias Ralstonia eutropha y Bacillus megaterium. Aunque el PHB es biodegradable y no depende de combustibles fósiles, este bioplástico siempre ha sido demasiado caro como para reemplazar a los derivados del petróleo. Un nuevo trabajo, publicado en la revista de acceso libre Microbial Cell Factories, describe un método alternativo para producirlo en microalgas.
El PHB es sintetizado en las bacterias a partir del acetyl-CoA, y usando tres enzimas. Los genes de estas enzimas se introdujeron por ingeniería genética en una diatomea (Phaeodactylum tricornutum), resultando en la expresión de las enzimas correspondientes y de gránulos de PHB. Luego de sólo siete días, casi el 10% del peso seco de las diatomeas era PHB.
Según los investigadores alemanes Franziska Hempel, Uwe Maier y Alexander Steinbüchel, “la producción de plásticos por fermentación bacteriana es muy cara, y aunque se ha probado introducir los genes de interés en plantas, estas son de crecimiento más lento. En cambio la diatomea P. tricornutum necesita casi nada más que luz y agua y puede producir en semanas la cantidad de PHB que producen estas plantas en meses”.
Fuente: ArgenBIO