El ácido gama linolénico (GLA) es un ácido graso esencial cuyas propiedades han sido asociadas con varias aplicaciones terapéuticas, como las anti-inflamatorias y anti-cancerosas. También sirve como precursor para la síntesis de largas cadenas de ácidos grasos. El GLA está calificado por la OMSFAO (1977) como ácido graso esencial, pues debe ser suministrado en la dieta, ya que aunque normalmente puede ser sintetizado por el organismo, existen numerosas circunstancias en que es necesario un aporte suplementario. Investigaciones recientes han indicado que la etiología de ciertas enfermedades se deriva de una relativa deficiencia, tanto del GLA como de sus homólogos, ácido dihomo-g-linolénico y ácido araquidónico,
Hasta hoy existen pocas plantas que podrían funcionar como fuente de GLA, y la mayoría de ellas tienen un escaso valor agronómico. Es por eso que sería interesante poder contar con un cultivo conocido, que además sea una fuente abundante y económica de GLA. Esto llevó a Cory Nykiforuk, de la compañía SemBioSys Genetics Inc., de Canadá, a modificar genéticamente plantas de cártamo para contener altos niveles de GLA en el aceite de sus semillas.
Los investigadores introdujeron en las plantas de cártamo genes de hongos (Mortierella alpina y Saprolegnia diclina) para aumentar los niveles de las enzimas gama-desaturasas, logrando hasta un 70% más de GLA en las semillas. Hasta el momento, este es el mayor incremento de un ácido graso logrado por ingeniería genética. Estos desarrollos, bajo el nombre de SonovaTM 400 han recibido ya la aprobación de la FDA.
El trabajo fue publicado en la Revista Transgenic Research, y su resumen se puede leer en http://www.springerlink.com/content/461gg1333124038q/
Fuente: ArgenBIO