Durante una entrevista realizada por el Consejo de Informaciones sobre Biotecnología de Brasil (CIB), Hugo Bruno Correa Molinari, investigador de Embrapa Agroenergía analizó el potencial de las variedades de caña de azúcar transgénicas para el mercado de azúcar y alcohol.
Según el especialista, Brasil está entre los líderes mundiales en el sector de la caña de azúcar, habiendo producido cerca de 625 millones de toneladas y facturado US$ 23 mil millones en 2010. Según la Unión Nacional de la Industria de la Caña de Azúcar (UNICA), la producción alcanzará las mil millones de toneladas en 2020, de modo de atender a la creciente demanda interna, especialmente para los vehículos Flex, así como a la ampliación de las exportaciones de etanol. Sin embargo, UNICA también prevé que para el 2020 el área cultivada con caña se estabilice, y por lo tanto el aumento de producción se deberá lograr con la incorporación de nuevas tecnologías, como la ingeniería genética.
Es por eso que Embrapa Agroenergía, junto con el Centro de Investigación Internacional para las Ciencias Agrícolas de Japón (JIRCAS), Embrapa Recursos Genéticos y Biotecnología (CENARGEN), Embrapa Clima Templado (CPACT) y la Red Interuniversitaria para el Desarrollo del Sector del Azúcar y Alcohol (RIDESA), están desarrollando variedades de caña genéticamente modificadas para tolerar la sequía, uno de los principales problemas que afecta al cultivo, especialmente en el Nordeste del país.
Hugo Bruno Correa Molinari, coordinador del proyecto, explicó que Embrapa empezó a trabajar en el desarrollo de caña transgénica en 2008, y en 2009 formalizó su colaboración con el JIRCAS, dueño de las patentes de varios genes de interés para la agricultura brasileña. En particular, se centraron en el gen DREB (Dehydration Responsive Element Binding Protein o Proteína de Respuesta a la Deshidratación Celular), que está relacionado con la expresión de varios genes de defensa contra el estrés hídrico.
Las plantas transgénicas ya pasaron con éxito las pruebas de laboratorio, y ahora, en el invernadero, están seleccionando los mejores eventos de transformación considerando diferentes parámetros fisiológicos y agronómicos. Luego deberán ser evaluadas en condiciones de campo.
Según el investigador, con este desarrollo esperan aumentar la producción de azúcar y etanol para poder responder a la demanda cada vez mayor de estos productos. Aunque Brasil ya produce etanol de forma competitiva, debe producir más, pero sin aumentar la superficie del cultivo. Es decir, más pero en la misma cantidad de tierra, y usando el agua de la manera más eficiente posible.
Desde el punto de visto regulatorio, Molinari espera que la caña transgénica pueda ser presentada a la CTNBio (Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad) durante el primer semestre de 2012.
Fuente: ArgenBIO