Científicos de la Fundación Samuel Roberts Noble, del Laboratorio Nacional de Oak Ridge y del Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos) informaron haber desarrollado pasto switchgrass con un menor contenido de lignina, a través de la modificación genética de la ruta de biosíntesis de este compuesto.
El material básico para producir el combustible destilado es etanol de celulosa. Este combustible que es básicamente alcohol, es creado por un proceso químico al separar la celulosa – la estructura que construye las paredes de la planta. Una vez que la celulosa es separada en sus componentes más básicos, se le añade levadura y es fermentada en alcohol. Después de ser refinada, el etanol producido puede ser usado como combustible. Cuanta más celulosa disponible se pueda extraer de una planta, más valor tendrá como una fuente de etanol. Switchgrass tiene mucha celulosa. Casi un 70 por ciento de la planta está compuesto de carbohidratos complejos.
El switchgrass es un pasto perenne de alto rendimiento, considerado una fuente (lignocelulósica) potencial para la producción de etanol en Estados Unidos. Por otro lado, la recalcitrancia es la propiedad de la biomasa (lignocelulósica) de resistir al pre-tratamiento, generalmente con procesos termoquímicos severos para remover la lignina y modificar la estructura de las fracciones de celulosa/hemicelulosa de modo de facilitar la obtención de etanol. Se considera que el contenido de lignina es la mayor causa de la recalcitrancia, por eso se está trabajando con métodos de biología molecular para producir cultivos que contengan menos lignina. De esta manera, se reduciría la recalcitrancia de la biomasa y se reducirían los costos de pre-tratamiento.
Los científicos lograron reducir la cantidad de lignina del switchgrass silenciando el gen de la enzima O-metiltransferasa del ácido cafeico, que participa de la síntesis de la lignina. Las plantas transgénicas resultaron fenotípicamente iguales a las no transformadas, pero en relación a la obtención de etanol, requirieron un pre-tratamiento menos severo y una menor dosis de enzimas para la sacarificación (el proceso para transformar a la celulosa en azúcares simples), y aumentaron el rendimiento de etanol en un 38 por ciento.
El artículo fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Fuente: ISAAA