La presidenta de la Sociedad Española de Biotecnología (SEBIOT), Carmen Vela, ha analizado esta semana en León el “desentendimiento” que a su juicio existe entre la ciencia y la sociedad, así como el rechazo que origina la biotecnología alimentaria. Según recoge el portal ECOticias, Vela reconoce que mucha gente piensa que los cultivos transgénicos son malos sin plantearse el porqué, cuando “se han producido millones de toneladas y millones de animales se han alimentado de ellos y no se ha reportado ni un solo problema”.
En esta línea, la científica considera que en torno a los alimentos transgénicos hay dos factores externos que están formando una opinión pública negativa. Por un lado entra el juego el miedo de los políticos ante esta tecnología que ya es una realidad dominante fuera de la Unión Europea, y por otro lado la percepción de que se pueda producir un monopolio dado que hay pocas empresas que se pueden permitir financiar los altos costes que la investigación biotecnológica implica.
“Los biotecnólogos nos sentimos totalmente respaldados por el resto de la comunidad científica, aunque haya personas que no opinen lo mismo sobre los organismos genéticamente modificados”. Estos argumentos, según Vela, se basan “en la falta de datos”, y es que “se habla del rendimiento de estos alimentos, cuando es lógico que si un agricultor no obtiene lo que requiere de una semilla, dejará de sembrarla”.
En la actualidad, de forma general, se producen alimentos derivados de cultivos transgénicos para dieta animal en soja y maíz, fundamentalmente, y también algodón con genes modificados para la producción de ropa. La llegada a la alimentación humana es de forma indirecta. Vela cree que no habría problema que se produjera de forma directa. “Todo está realmente modificado genéticamente, pero lo que antes se hacía poco a poco, por selección de casos más productivos, ahora lo cambiamos más rápidamente”, explica la científica.
Fuente: Fundación Antama